Factores que originan prejuicios frente a minorías
Tentori ha definido prejuicio como "la percepción negativa
de grupos humanos diferentes culturalmente a nosotros" (9).
Pero un elemento característico del prejuicio es su irreversibiIidad
ante nuevos conocimientos (Allport).
Allport definió el prejuicio como "animadversión o actitud
hostil hacia una persona que pertenece a un grupo, simplemente
porque pertenece a ese grupo, y por lo tanto, se da por sentado
que tiene características censurables adscritas al grupo"
(10).
"El prejuicio es a la vez un fenómeno social y cognitivo.
No se trata sólo de las creencias individuales o emociones
respecto a grupos sociales, sino una forma de representación
social compartida entre miembros del grupo, adquirida durante
el proceso de socialización y transformada y sancionada en
la interacción y comunicación sociales. Estas actitudes étnicas
tienen una función social, como por ejemplo proteger los intereses
del intragrupo" (11).
La irreversibilidad del prejuicio viene condicionada por razonamientos
erróneos que se suman a una cierta rigidez mental, puesto
que la actitud respecto a la minoría no cambia aunque se adquieran
nuevos conocimientos sobre el grupo. Como mecanismos actúan
la percepción selectiva -el individuo verá todo aquello que
refuerza su prejuicio y tenderá a descartar las informaciones
discordantes, actuando aquí lo que Festinger definió como
disonancia cognoscitiva- y el principio del mínimo esfuerzo
-el individuo simplifica y generaliza en la forma de categorías
a los grupos minoritarios-. Como afirma Calvo Buezas (12),
"el problema reside en atribuir al grupo, como conjunto, lo
negativo de algunos individuos".
El origen del prejuicio puede darse desde cuatro tipos de
diferencias: físicas, históricas, económicas y culturales
(13), y se afianza a lo largo de los procesos de socialización
e interacción social entre miembros del intragrupo (o grupo
propio) y del extragrupo (o grupo externo) (14).
Las minorías y los roles profesionales
La mayoría asigna ciertos status -roles profesionales- a la
minoría, precisamente porque la mayoría desprecia o da un
valor escaso a esas actividades. (Por ejemplo, asignar los
oficios de herrero, esquilador, tratante, carnicero, titiritero,
bailarín, a los gitanos) (15). Al serles forzadas tales actividades
por la sociedad circundante -con exclusión de las demás- se
esfuerzan en sobresalir en las cualidades supuestamente atribuidas
y valoradas por los "otros" como propias del grupo, hasta
(9) T.Tentori, Pregiudizio sociale, citado por Cazorla Pérez
(10) Gordon w. "Allport, The Nature of Prejudice, 1954, (citado
por T. V. Dijk)
(11) "Prejudice in discourse", Teun V. Dijk, J. Benjamins
Pub. Co., Amsterdam 1984
(12) Calvo Buezas, El racismo que viene, Tecnos, Madrid 1990
(13) Harris, o.c.
(14) Teun Van Dijk, o.c.
(15) Paralelismo con las castas de la India: determinados
oficios considerados "desagradables" sólo pueden ejercerlos
determinados grupos humanos.
El punto de convencerse de su realidad. Profesión de atletas
y músicos de jazz en los negros, bailarines y cantantes gitanos,
peluqueros o modistas en los homosexuales... En estos roles
"reservados" (a los "otros" no les interesan y asi no entran
en competencia) son estimulados de forma paternalista. La
otra salida es la integración: cambio de su identidad cultural
para "pasarse" a la mayoría (16). El problema es que los roles
"reservados" se aprenden en el proceso de socialización y
limitan las posibilidades del colectivo. La sociedad circundante
racionaliza que las actividades correctas para esa minoría
son unas determinadas y -aunque este proceso pueda ser inconsciente-
impide que la minoría pueda aprender otra actividad que facilite
su integración en la sociedad.
El racismo
La diversidad de rasgos externos entre los seres humanos es
realmente muy grande. Además, las diferentes culturas, religiones,
lenguas y conductas forman un mosaico enormemente complejo
y heterogéneo.
Esta complejidad condujo desde la antigüedad al intento de
establecer una clasificación, que se tradujo en las primeras
divisiones de los grupos -o más bien subgrupos- humanos en
razas en función de las características visibles. Así se clasificaba
a los humanos en negros, blancos, amarillos y cobrizos, o
se intentaba, mediante la antropometría* -e incluso la frenologia*-,
establecer unas diferencias que permitiesen ordenarlos de
una manera sistemática.
Las escuelas que intentaron esta clasificación partían de
una base errónea: la genética -descubierta por Mendel-, con
su posterior evolución en la biología molecular y la genética
de poblaciones, ha demostrado sin lugar a dudas la inexistencia
de distintas razas humanas y en cambio ha desvelado la pertenencia
de toda la humanidad a un único tronco común que es el Homo
Sapiens. La complejidad enorme de la transmisión genética
de determinados rasgos físicos hace imposible la pretensión
de los antiguos racistas -Gobineau, Lapouge, Chamberlain,
etc.- de crear una raza supuestamente pura y perfecta mediante
la práctica sistemática de la eugenesia*.
El racismo está en afirmar la pretendida superioridad del
propio grupo y contraponerla a la supuesta inferioridad de
determinados grupos étnicos. Suele estar acompañado de discriminación,
violencia, segregación espacial, humillación, explotación
y rechazo de la cultura y valores del colectivo discriminado.
(16) "La integración se caracteriza por la fuerza y rapidez
con que un elemento, en este caso un grupo de población extranjera,
tiende a incorporarse en un todo [...]; cuando se utiliza
en el contexto de las relaciones étnicas, el término "integración"
no significa sólo que una minoría o una colectividad social
desaparezca, designa sobre todo el proceso por el cual algunas
unidades o elementos de una sociedad llegan a participar de
las actividades y adherirse a los valores del grupo mayoritario
de esta sociedad [...]
Este concepto no se aplica, suponemos, cuando hay conflicto
entre las partes interesadas." La integración de los migrantes,
en "El futuro de las migraciones", Informe OCDE, Ministerio
de Trabajo y S. Social, Madrid 1989.
El racismo es, además, una lacra difícil de erradicar. Los
grupúsculos de extrema derecha que lo propugnan están reapareciendo
de forma preocupante, pero además, el marco actitudinal del
racista está construido mediante ideas super-simplificadas,
pseudo-ciencia y sobre todo, prejuicios petrificados que no
son fáciles de combatir, excepto si se toma una actitud enérgica
y positiva hacia una sociedad plural.
El racismo actual es un nuevo modelo de racismo, cuyo discurso
no se basa ya en la pureza de la sangre o la superioridad
de determinados grupos, sino, como señala Balibar, en "la
irreductibilidad de las diferencias culturales" o en la "nocividad
de la desaparición de las fronteras, la incompatibilidad de
las formas de vida y de las tradiciones" (17). Se puede afirmar
también que es un racismo insolidario y egoísta, puesto que
pretende favorecer el intragrupo: es el caso de quienes desean
que se niegue la entrada a los inmigrantes económicos y los
refugiados políticos
(18).
(17) Raza, nación y clase, Ettienne Balibar, Immanuel Wallerstein
(18) "El favoritismo intragrupo es una característica habitual
en diferenciación de grupos aún en situaciones de laboratorio
[...] Podemos presumir que, en el caso en que la diferencia
sea real, y la gente vinculada al [extra] grupo pueda ser
identificada por su aspecto, status social o características
culturales, cuando el conflicto y la competencia estén en
juego, esta clase de favoritismo intragrupo y rechazo del
extragrupo serán mucho mayores". T.V.Dijk, o.c.
|