Redactado en 1986 por un equipo internacional de especialistas
universitarios con ocasión del Año Internacional de la Paz, bajo
los auspicios de las Naciones Unidas, fue adoptado por la UNESCO
en 1989, y organizaciones científicas y profesionales de todo el
mundo se adhirieron a él.
El Manifiesto, basado en hechos científicamente probados,
afirma que no existe ningún obstáculo de naturaleza biológica que
se oponga inevitablemente a la abolición de la guerra o de cualquier
forma de violencia institucionalizada; proclama que la guerra
es una invención social, y que, en su lugar, se puede inventar la
paz. |
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