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La actitud de Tyler Joseph Frotas, que se enfrentó incluso físicamente con asistentes a la manifestación proinmigrantes, con armas escondidas y volantes que llamaban a la supresión violenta de la migración ilegal, pudo derivar en un incidente violento, comentó Ricardo Juárez, portavoz del grupo Mexicanos sin Fronteras en Washington.
Frotas, de 24 años de edad, fue detenido y compareció ante un juez luego de que en un registro a su casa se hallaran más de una docena de armas de fuego. Mientras Frotas comparecía en la Corte, los grupos proinmigrantes denunciaban el incendio del centro de jornaleros de Gaithersburgh (Maryland). "Llegaron anoche (el jueves) y lo rociaron con gasolina", afirmó Juárez durante una conferencia de prensa.
El incendio y el arresto de Frotas pueden ser sólo expresión de un sentimiento antiinmigrante, pero también el síntoma de un problema mayor. "No creo que haya dudas de que los crímenes de odio contra hispanos y cualquiera percibido como inmigrante están en alza", indicó recientemente Mark Potok, presidente del Centro Legal del Sur sobre Pobreza (SPLC), un grupo especializado en la vigilancia de problemas raciales, a la cadena ABC.
La ultraderecha se aprovecha
De hecho, grupos como el de Potok y la Liga de Autodefensa Judía (ADL) creen que la ultraderecha estadounidense aprovecha ahora sentimientos antimigrantes. Para otros, como Juárez, la actitud contra los indocumentados "ha sido estimulada por las acciones del gobierno federal que hicieron un vínculo entre el terrorismo y los migrantes".
Pero también es cierto que muchos de los partidarios de cerrar la frontera o dar alivio a los indocumentados niegan ser racistas, antimexicanos o rechazan al menos formalmente expresiones de extrema derecha. Sin embargo, de acuerdo con activistas antirracistas, los grupos "de odio" -del Ku Klux Klan a organizaciones neonazis y grupos de skinheads- registran un resurgimiento y aprovechan, entre otras cosas, el tema de inmigración.
La ADL aseguró que nuevos grupos ligados al "Klan" han aparecido en diversas partes del país y "provocado tensiones raciales en comunidades previamente sin problemas por esos temas. Realizan mítines antiinmigrantes y campañas de reclutamiento y distribuyen literatura racista con nuevo énfasis en el tema migratorio y contra hispanos".
El SPLC precisó por su parte que el número de "grupos de odio" creció 40% desde 2000 y en seis años pasó de 602 a 844. Según el FBI, el crimen contra hispanos aumentó al menos 10% entre 2004 y 2005.
En este marco, Juárez recordó que ya en otras ocasiones se han registrado incidentes en que los más afectados han sido los migrantes: el año pasado, en Woobridge -otra población cercana a Washington- un incidente derivó en el arresto de 27 hispanos y, para cuando la situación se aclaró, nueve indocumentados habían sido entregados ya a las autoridades migratorias y deportados.
(El Universal. 5 de mayo de 2007)
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