Juan Carlos L. vio que la plaza de Tirso de Molina estaba atestada de policías nacionales. «No tengo nada que ocultar», debió pensar, y decidió cruzar la plaza, en vez de callejear por el barrio, para evitar un camino más largo de vuelta a casa. Un agente se le acercó y le pidió la documentación. Juan Carlos accedió, aunque protestó por el modo «ofensivo» en que, a su juicio, el policía se había dirigido a él.

El agente le comunicó que estaba detenido y, cuando Juan Carlos le preguntó cuál era el motivo, el policía le golpeó en la cabeza, tirándole supuestamente al suelo. Según el denunciante, cinco miembros más del Cuerpo permanecieron impasibles mientras su compañero le fracturaba la muñeca con las esposas.

Este hecho se produjo el 29 de noviembre de 2006 y es sólo uno de los 266 casos que se recogen en el Informe sobre la Tortura en el Estado español, presentado ayer por la Coordinadora para la Prevención de la Tortura.

En España, 610 personas denunciaron malos tratos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado el año pasado. Cataluña fue la autonomía más castigada, ya que se registraron 144 denuncias, lo que supone un 23% del total. En Madrid hubo 72 denunciantes, mientras que La Rioja fue la única comunidad autónoma que sale indemne del estudio: ni un solo caso de torturas en todo su territorio.

Incremento en Cataluña

El portavoz de la Coordinadora, Jorge del Cura, afirmó ayer que «en las autonomías que tienen movimientos sociales más activos y asentados hay más denuncias». Este hecho, unido al «gran despliegue de los Mossos d' Escuadra», podría explicar, en su opinión, el aumento del 87% de las denuncias por torturas en Cataluña en sólo un año. De un total de 77 en 2005, se pasó a 144 en 2006.

El informe desglosa los casos en función del Cuerpo contra el que se presentaron las denuncias. Así, la Policía Nacional encabeza la lista con 276 agentes encausados en 2006, de los cuales 20 fueron condenados, 70 absueltos y el resto sigue enfrascado en procesos judiciales que, a medio plazo, determinarán su inocencia o su culpabilidad. Contra la Policía Local hubo 247 denuncias y 115 contra la Guardia Civil. Además, tres personas fallecieron en cuarteles del Instituto Armado el pasado año y otras tres en dependencias de la Policía Local.

«Las políticas que apelan a la tolerancia cero y conceptos por el estilo han provocado un incremento de la violencia policial», señaló el portavoz de la Coordinadora para la Prevención de la Tortura.

Del Cura concluyó que «es un error tratar de convencer a la gente metiéndole miedo», puesto que «los ciudadanos no están dispuestos a tolerar el abuso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».