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El artefacto, según señalaron desde Esquerra Republicana, contenía metralla para "incrementar los daños". De hecho, indicaron que los coches situados junto a la sede han recibido el impacto de la metralla y presentan desperfectos en su chapa y rompió asimismo el cristal del patio donde se sitúa la sede.
Este hecho, unido a que no se recibiera un aviso previo de la explosión, hace pensar que se pretendía causar "el máximo daño posible", según el partido, ya que podría incluso haber afectado a algún vecino que saliese en esa hora, aunque afortunadamente no ha habido que lamentar heridos.
Asimismo, fuentes de Esquerra Republicana comentaron que estaban "muy tranquilos" porque últimamente no habían recibido ninguna amenaza ni agresión, como pintadas o la rotura del buzón, como tiempo atrás.
En estos momentos, la Policía Nacional mantiene acordonada la zona para investigar lo sucedido. El concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Valencia, Miguel Domínguez, explicó hoy que el artefacto que explotó esta mañana, a las 7.40 horas, en la sede de Esquerra Republicana (ERPV) en Valencia, fue colocado "en la misma puerta del edificio, en un rincón". Asimismo, precisó que estaba compuesto por "un recipiente de corcho negro que contenía tornillos y pequeñas bolas de acero, bolas de rodamiento".
Domínguez, que realizó estas declaraciones en el lugar de los hechos, frente al número 10 de la calle Erudito Orellana, apuntó que, como consecuencia de la explosión, "se resquebrajó el cristal del portal del edificio y la onda expansiva afectó a cristales de varios vehículos aparcados por la zona".
Asimismo, aseguró que "la policía está investigando" y que todavía "no se saben los motivos" por los que se puso "artefacto casero" en el patio de esta finca. No obstante, manifestó que "fue más el ruido y el susto que otra cosa", ya que "no afectó a ninguna persona". De hecho, "no pasaba nadie" por la calle en el momento del estallido, aseguró, lo que ha hecho que, "debido a tranquilidad de esas horas mañana se haya oído a bastante potencia".
Por su parte, el propietario de un quiosco situado en la misma calle Erudito Orellana, Antonio, comentó que oyó "como un trueno" tras lo cual se asomó y vio una "gran humareda". Lo primero que pensó es que había reventado motor de un coche, dijo.
Asimismo, una vecina de la zona que vive a 300 metros de donde tuvo lugar el ataque a la sede de Esquerra Republicana, Teresa Ortega, explicó que estaba en casa cuando oyó un "sondo tan fuerte que tembló hasta la uralita del edificio". Llegó a pensar que se trataba de una mascletà por el "petardazo enorme", que había oído, según dijo "muy uniforme pero muy, bestia". Sin embargo, al salir luego a la calle y vio que habían acordonado la zona de al lado de su casa se asustó, apostilló.
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