El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reveló ayer en el Congreso que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen identificados y controlados a un total de 4.338 integrantes de grupos xenófobos y racistas violentos vinculados con la ultraderecha.

El titular de Interior detalló que en lo que va de legislatura se han detenido a 189 personas, que su departamento tiene constancia de 251 grupos de este tipo, que se han recibido 82 denuncias contra ellos y que existen ya tres condenas relacionadas con este tipo de delitos: una en Barcelona, otra en Zaragoza y una tercera en Valladolid.

Todas estas cifras, aseguró Pérez Rubalcaba, son fruto de un plan específico de actuación y coordinación policial en el que trabajan 430 agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía.

El ministro del Interior respondía con estos datos a la pregunta del portavoz del PNV, Emilio Olabarría, tras el asesinato en Madrid del joven Carlos Palomino a manos de un soldado de la ultraderecha. "Nos tomamos muy en serio este tema", aseguró el ministro del Interior, quien destacó el "seguimiento permanente" que mantienen los servicios de información sobre este tipo de grupos violentos y xenófobos.

Olabarría relató una larga lista de asesinados, que abría la dominicana Lucrecia Pérez y cerraba el propio Palomino, para recordar al ministro que la violencia xenófoba y racista ha provocado más muertes desde 1995 que la banda terrorista ETA. A este respecto, Olabarría señaló a determinados sindicatos policiales que, según dijo, "banalizan" la situación y hacen poco menos que "criminalizar" a las víctimas al tiempo que advirtió del "peligro latente" de los "discursos del odio" que vierten "grupos de fanáticos.

El diputado nacionalista denunció la pervivencia de un "neofascismo latente" del que se nutren grupos violentos. Estos, dijo Olabarría a Rubalcaba, "no están desarticulados, son siempre cuatro con una denominación que usted perfectamente conoce y que no funcionan de forma descoordinada sino entre sí, mediante técnicas que se parecen más al yihadismo islámico, formalmente descomprometidos pero integrados en sus actuaciones materialmente".

Rubalcaba se defendió asegurando que la legislación española es "de las más avanzadas de Europa" en esta materia y recuperó el Plan Específico de Policía y Guardia Civil contra este tipo de grupos violentos, con 430 agentes asignados para atajar sus acciones radicales. El resultado, según el ministro, han sido tres condenas "específicas" por este tipo de crímenes: en Barcelona, Zaragoza y Valladolid. El año pasado, el departamento de Interior cifraba en casi 3.500 los integrantes de unos 200 grupos organizados y violentos de carácter juvenil en España.

Europa Sur. 22.11.07