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Conmemoramos hoy los trágicos acontecimientos de Sharpeville en 1960 condujeron a la adopción de la Convención para la Eliminación de toda forma de Discriminación Racial. En este día simbólico, nosotros – La Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (ODIHR) de la OSCE, la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia del Consejo de Europa (ECRI) y la Agencia para las Libertades Fundamentales de la Unión Europea (FRA), formamos un frente unido para hacer un llamamiento a los Partidos Políticos para que luchen contra el Racismo. Citando a Nelson Mandela, pedimos a los líderes políticos que hagan una sociedad en la que toda la humanidad pueda sentirse orgullosa.
Nuestras organizaciones condenan todo discurso que difunda ideas de superioridad basada en la raza, el color, la lengua, la religión, la nacionalidad o los orígenes étnicos y nacionales. El discurso racista se opone a la idea básica de igualdad de todo el mundo.
La percepción pública de las diferentes minorías, culturas y religiones, así como las actitudes hacia la inmigración, la integración y la lucha contra el racismo integra cada vez más el discurso político. Mediante la denuncia de los actos e incidentes racistas, los representantes políticos juegan un rol positivo en la promoción del respeto y compresión mutuos en la sociedad y pueden tener un significativo impacto en reducir tensiones.
El discurso político racista contribuye a deshumanizar personas, denigrar a determinados colectivos étnicos, religiosos y culturales, perpetuando estereotipos y creando un clima en el que proliferaría la violencia racista. El discurso político racista, antisemita y xenófobo no es ya patrimonio exclusivo de partidos extremistas, se encuentra en el medio ambiente político de muchos Estados.
Este desarrollo podría conducirnos a la legitimación y a la trivialización del lenguaje racista. La preocupación sobre el incremento del discurso racista en la política se ha expresado en numerosos informes, declaraciones y documentos adoptados por El Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y la OSCE.
Basándonos en las normas y compromisos de nuestras organizaciones, y a la luz de el Carta de los Partidos Políticos Europeos para una Sociedad sin Racismo, que podría servir de inspiración para otras iniciativas similares, hacemos un llamamiento a los líderes políticos para que continúen con su liderazgo en la lucha contra la intolerancia y la discriminación:
Nosotros
*Pedimos a los responsables políticos que defiendan los derechos humanos y los principios democráticos y rechacen toda forma de violencia racista, incitación al odio y al hostigamiento racial y a cualquier forma de discriminación.
*Pedimos a los Partidos Políticos que gestiones con responsabilidad y sensibilidad los temas que tengan que ver con la raza, la etnia y el origen nacional y la religión.
*Animamos a los Partidos Políticos a que adopten políticas concretas contra toda forma de racismo y xenofobia en sus programas políticos.
*Animamos a los Partidos Políticos a que se esfuercen por conseguir una justa representación de las minorías raciales, étnicas, nacionales y religiosas en todos los niveles de la organización del partido.
*Apremiamos a los representantes de los partidos políticos a que actúen responsablemente y se abstengan de ofrecer explicaciones simplistas de connotación racista, antisemita y xenófoba a problemas de gran complejidad social, política y económica
*Recomendamos a los Partidos Políticos que trabajen con la sociedad civil para luchar contra el racismo y la xenofobia y formen con ella partenariados para alcanzar ese objetivo
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