Quienes Somos
Nuestras Actividades
Campañas
Publicaciones
Voluntarios
Hazte Socio
Contacta
Intolerancia
Derechos Humanos
Paz y Tolerancia
Ética y Justicia
Solidaridad y Desarrollo
Comunicación y Libertad
Inmigración y Refugiados
Pueblo Gitano
Racismo y Xenofobia
Antisemitismo
Homofobia
Terrorismo
Ultras y Neonazis
Integrismo
Pena de Muerte
Sexismo y violencia
Violencia Urbana
Maltrato Infantil
Seguridad Ciudadana
Memoria Víctimas
Editoriales
Noticias
Entrevistas
A por más
Informe RAXEN
Cuadernos de Análisis
Onda Verde
Teléfono de la Víctima
Aula Intercultural
Agenda
Foro
Chat
Hazte solidario
Tienda Solidaria

El Racismo Nazi profana tumbas musulmanas.

    Las 148 tumbas musulmanas fueron manchadas con pintadas obscenas y racistas, salpicadas con insultos neonazis contra los creyentes musulmanes y contra la ministra de Justicia francesa, Rachida Dati, de padre argelino y madre marroquí, musulmanes que educaron a sus doce hijos en las escuelas pública de su patria de adopción.

Las profanaciones racistas o antisemitas de tumbas musulmanas o judías son una desalmada «tradición» que los grupúsculos nazis, neonazis, racistas, practican con sistemática regularidad desde hace años. Las profanaciones de Ablain-Saint-Nazaire, durante la madrugada del domingo, son las más graves desde el mes de octubre de 2003, cuando sesenta tumbas musulmanas fueron profanadas en el cementerio de Thiais (Val-de-Marne). El «goteo» de las profanaciones tiene una grave importancia irregular. En el año 2007 fueron profanadas cincuenta y dos tumbas musulmanas, en el mismo cementerio de Notre Dame-de-Lorette.

«Acto de racismo inadmisible»

Haciéndose eco de un profundo sentimiento popular, Nicolas Sarkozy comentó la profanación en estos términos: «Se trata de un acto de racismo inadmisible. Se trata asimismo de un crimen que atenta contra la memoria de todos los combatientes de la Gran Guerra, más allá de la confesión religiosa de cada cual. Los autores serán buscados, encontrados, juzgados y castigados como merecen».

La jerarquía religiosa católica y judía dirigió mensajes de simpatía y solidaridad a la jerarquía religiosa musulmana. Dalil Boubaker, rector de la Mezquita de París, declaró por su parte que «se trata de un acto odioso y escandaloso. Sus autores sólo merecen el desprecio y la condena nacional».

Las desalmadas profanaciones de tumbas, musulmanas y judías se inscribe, desde hace años, en una estela de rechazo violento, racista, contra toda revisión de la historia religiosa y cultural de Francia.

Hacia la Meca

La participación de franceses de origen norteafricano y religión musulmana en las dos grandes guerras mundiales del siglo XX siempre fue asumida como una parte esencial de la historia de Francia. En el cementerio de Notre Dame-de-Lorette, por ejemplo, están enterrados unos 40.000 combatientes de la Gran Guerra. En ese mismo cementerio hay un espacio especial para 576 tumbas de soldados musulmanes, orientadas hacia la Meca.

Durante los últimos cinco años se han sucedido varios homenajes nacionales a esos soldados franceses de origen norteafricano, musulmanes. Uno de los grandes éxitos recientes del cine francés es la película «Indígenas», dirigida por Rachid Bouchareb, realizador francés de origen argelino, que cuenta la historia de varios soldados franceses de confesión musulmana durante la Segunda Guerra Mundial.

Segundo caso de profanación de tumbas en Francia en el fin de semana (TERRA)


Las autoridades judiciales han anunciado hoy un segundo caso de profanación de tumbas en un cementerio francés, en este caso en el de La Rochelle, al oeste del país.

Una treintena de cruces fueron desplazadas de sus lugares y algunas de ellas fueron destruidas durante la noche del pasado sábado.

El hecho se produjo el mismo día en el que más de 140 tumbas musulmanas de un cementerio militar del norte de Francia fueron profanadas con pintadas contra el islam, lo que suscitó fuertes condenas de las máximas autoridades francesas.

Era la segunda vez en apenas un año que tumbas musulmanas del cementerio militar de Notre-Dame de Lorette, cerca de la ciudad norteña de Arras, eran profanadas.