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El Sporting de Gijón sancionado por insultos racistas.
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El Sporting, sancionado por insultos racistas
El club asturiano tendrá que pagar una multa de 3.000 euros por los insultos realizados por una parte de la afición al jugador del Getafe Joffre Guerrón
AGENCIAS - 03/09/2008 11:57
El Sporting de Gijón ha sido multado por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) después de que algunos hinchas profirieran insultos de tipo racista contra el jugador ecuatoriano Joffre Guerrón, del Getafe.
El Comité Disciplinario de la federación impuso 3.000 euros de castigo al club asturiano después de los incidentes verbales en el partido de la primera jornada de Liga en el cual el Getafe visitó el estadio de El Molinón, el domingo pasado.
"Ante esta situación, el Sporting hace una llamada de conciencia para que acontecimientos como éste, por muy puntuales y aislados que sean, y por mucho que no representen a una afición, puedan volver a repetirse", dijo el club en su sitio web (www.realsportingcom).
Disculpas del club
'Además de lamentar lo ocurrido, el Sporting traslada al futbolista del Getafe Guerrón sus más sinceras disculpas', se podía leer en el comunicado del club asturiano.
El Sporting de Gijón trasladó al futbolista sus disculpas por los gritos de tinte racista que se pudieron oír desde el fondo sur del estadio donde se sitúan el grupo de seguidores más radicales. El hecho fue recogido por el árbitro Pérez Burrul en el acta.
En concreto, el colegiado indicó que 'durante los primeros minutos de la segunda parte se escucharon, cuando el balón era disputado por el jugador número 16 del Getafe, Jorge David Guerrón, gritos con sentido racista localizados claramente en la zona del graderío donde se sitúan los seguidores locales de la peña Ultra Boys'.
Añadió que 'por ello en el minuto 51 se dieron instrucciones al delegado de campo para que se instara al público a cesar en ese tipo de comportamiento a través de la megafonía lo cual se realizó no volviéndose a repetir dicho comportamiento'.
Notícia de Público:
Fútbol multicultural
Medidas como la instalación de cámaras de vigilancia y de seguimiento ayuda a localizar el brote de insultos racistas y xenófobos en los campos de fútbol
SERGIO LEÓN - 04/09/2008 13:31
El Sporting volvió a 1ª División y para la ciudad fue una fiesta. El ambiente en el estadio lo reflejaba. Ni siquiera la victoria a domicilio del Getafe bajó los ánimos de la afición. Sin embargo, una minoría del público de El Molinón se empeñó en estropearlo ya que al inicio de la segunda mitad del partido se escucharon una serie de improperios de índole racista dirigidos hacia el ecuatoriano Joffre Guerrón, jugador del equipo madrileño.
El propio árbitro del encuentro intervino y le pidó al delegado del campo que diera un aviso por megafonía para evitar que la situacion continuara. La advertencia tuvo éxito y los insultos no se volvieron a escuchar.
Los dirigentes del equipo reaccionaron rápidamente y condenaron los insultos para, sobre todo, desvincularse de los autores y así, de paso, evitar manchar la imagen de un club que acaba de regresar a la élite del fútbol español.
Un problema de hace tiempo
El problema del racismo en el fútbol no es nuevo, está enquistado desde hace tiempo. De ese modo el ministerio de Política Social, Educación y Deporte se ha hecho eco de ello y recoge en su página web un apartado específico para la prevención de la violencia en el deporte.
Cualquiera que haya acudido a un estadio de fútbol alguna vez sabe que el insulto al equipo contrario es la norma, no la excepción. Muchas veces, los insultos se basan en el concepto del 'insulto eficaz': los aficionados tienden a emplear la injuria más efectiva en un afán por causar el mayor daño posible. Sin embargo, también es cierto que existe una pequeña minoría de hinchas, localizados habitualmente en determinados grupos radicales, que manifiestan conductas racistas y xenófobas.
Lo más complicado, y peligroso, de este asunto es determinar si estos brotes de intolerancia son aislados o se corresponden con un sentimiento arraigado y discurrido. Asimismo, este odio racial puede explicarse por la influencia de grupos neonazis y neofascistas en los estadios. El extremismo racista está presente en sectores de aficionados de equipos como el Real Madrid o el Espanyol en España, del Lazio y del AC Milan en Italia, del Paris Saint-Germain en Francia y del Estrella Roja de Belgrado en Yugoslavia.
Por ejemplo, en Italia, el Udinese no insistió en contratar al jugador judío Ronnie Rosenthal cuando en las paredes de las oficinas del club aparecieron consignas antisemitas, mientras los aficionados del Lazio, antes de un partido con sus rivales locales del Roma, desplegaban una bandera con una esvástica que decía 'Auschwitz es tu país, los crematorios tu casa'.
La responsabilidad de los clubes
El Movimiento contra la Intolerancia condena estos actos con un manifiesto en el que pide a la Delegación del Gobierno que actúe contra este tipo de aficionados; a las instituciones democráticas de la ciudad que condenen las muestras de racismo públicas; y a las autoridades deportivas que expulsen a los ultras de los campos de fútbol.
Si bien es cierto que la autoría de los insultos no corresponde a los dirigentes de un equipo, éstos mismos tampoco han reaccionado rotundamente para echar al aficionado racista de sus propios estadios, de su propia casa. Un miembro de la Policía Nacional que vigila la zona del Santiago Bernabéu donde se asientan los famosos Ultra Sur ha hablado para Público sobre el papel que ocupa el cuerpo policial en el estadio:
'Nosotros nos ocupamos de que las entradas y accesos al graderío de los ultras esté lo más controlado posible. Intentamos que tengan el menor contacto directo posible con el resto de aficionados, que no salgan de su espacio delimitado. Pero claro, lo que hacen y dejen de hacer ya es cosa del (Real) Madrid'.
'Alguna vez hemos tenido que meternos y echar a alguno, pero siempre vuelven. Claro que se les oye cosas, pero es que también dan mucho ambiente', concluye el agente.
Para defender lo indefendible y para restaurar la buena imagen del fútbol la FIFA ha intervenido en muchos casos y ha impuesto medidas y sanciones para evitar este tipo de sucesos vejatorios y ofensivos.
Se ha demostrado que el impulso de medidas más eficaces, como la instalación de sistemas de localización e identificación con cámaras de vigilancia, ha resultado útil para vetar el acceso a los aficionados violentos o racistas de los recintos deportivos. El primer paso para enseñar que los únicos colores que deberían existir en un campo de fútbol tendrían que ser el de la hierba, el de las camisetas o el de las tarjetas del árbitro.
Article de Swissinfo:
Una afición tolerante es el futuro del fútbol
16 d'abril de 2008
El racismo aún está presente en los estadios de fútbol y arroja una larga sombra sobre la Eurocopa 2008. En una conferencia, el Consejo de Europa presentó nuevas vías para atajar el racismo y la violencia en los estadios.
En la mente de los aficionados, en el lugar de los encuentros y en las asociaciones tienen que cambiar muchas cosas.
En síntesis, éste es el balance de la conferencia, a la que acudieron 150 aficionados al fútbol, inspectores de la afición y representantes de la asociación mundial de fútbol (FIFA) y del organismo homólogo europeo (UEFA).
La Dirección de Juventud y Deporte del Consejo de Europa lanzó en 1995 la campaña 'Todos diferentes, todos iguales'. No importan el color de la piel, la opinión y la manera de vivir de cada uno. Lo que importa son los derechos humanos de cada individuo, señala el director Ralf-René Weingärtner.
Lo mismo ocurre en el fútbol porque a pesar de las polémicas sigue siendo un deporte que une a las personas. El Mundial de Alemania lo ha mostrado de manera ejemplar.
Reuniones amistosas en lugar de cánticos ofensivos
Para erradicar el racismo y la violencia de los estadios se debatió sobre un manual que aborda el tema del 'desarrollo y el establecimiento de una Carta del Fan en Europa'. Sobre la base de 26 objetivos establecidos, las aficiones de todas las ligas europeas quieren en el futuro comprometerse a cambiar, de una vez por todas, la situación en los estadios.
Reuniones amistosas entre clubes de aficionados 'enemistados' antes de los encuentros pueden contribuir a impedir que se entonen cánticos ofensivos.
Contactos regulares con las directivas de los clubes podrían ayudar a evitar problemas con los aficionados. Los clubes de los seguidores deberían tener más voz en los asuntos gestionados en los clubes, acostumbrados a anteponer los intereses económicos.
Los grupos de seguidores quieren tener un trato más amistoso entre ellos e influir de manera positiva en la afición rival. Quieren tener voz y voto en las directivas de los clubes.
Hay que actuar
Es urgente que se actúe. Así lo demuestran ejemplos actuales: un judío, propietario de un abono anual de entrada del CF Chelsea de Londres, fue ofendido con consignas antisemitas durante un encuentro en Inglaterra. Aficionados del club francés Metz insultaron a Abdeslam Ouaddou, un jugador de la selección marroquí y defensa de Valenciennes.
El partido de la Bundesliga alemana entre la Eintracht de Francfort y el 1. FC Nuremberg tuvo que ser interrumpido durante 20 minutos y estuvo a punto de ser suspendido. Algunos espectadores lanzaron cohetes y petardos al campo. Al 1. FC Nuremberg le impuesieron una multa de 50.000 euros y, por su parte, al Eintracht de Francfort, 25.000.
Al club de Nuremberg le amenazaron incluso con la suspensión temporal de los partidos en casa, y la exclusión parcial o completa del público si se repetía un suceso de gravedad similar.
No hay que hablar sólo de dinero
Una de las cuestiones debatidas en Rust era: ¿contribuyen estas imposiciones realmente a cambiar el comportamiento de los aficonados? Para muchos coordinadores de proyectos en la materia esto es más bien el reflejo de la desorientación de los responsables en los clubes y en las asociaciones de fútbol.
Se deberían averiguar las razones del comportamiento de la afición, alega la pedagoga social alemana Daniela Wurbs. Es la coordinadora internacional de la Federación de Aficionados del Fútbol (FSF, por sus siglas en inglés) con sede en Sunderland, Inglaterra, y observa cada semana todas las facetas de la vida de los seguidores ingleses.
Clubes y federaciones sólo hablan de dinero, constata. "Están ocupados con ganar dinero y se olvidan de lo que necesitaría la afición", dice Wurbs. 'Fans' y clubes en Inglaterra deberían saber y hablar más con la otra parte.
En Alemania, Austria y en Suiza, la coordinadora de la FSF todavía califica la situación de "bastante satisfactoria". Los equipos en esos países tienen un vínculo más estrecho con la afición.
No sólo operaciones policíacas
Los Gobiernos de los dos países anfitriones de la Eurocopa de 2008 han acordado hace poco un convenio sobre un dispositivo policíaco masivo en los alrededores de los estadios. Los policías alemanes, por ejemplo, obtendrán por primera vez un estatuto que les permite el derecho a la detención en los lugares de encuentro.
Otra vía que se presentó en Rust ya ha sido llevada a la práctica por un equipo de supervisores suizos encargados de vigilar a los aficionados que asistió al último encuentro disputado entre Suiza y Alemania.
'Embajadas de aficionados' dieron la bienvenida a los seguidores alemanes a su llegada a la ciudad de Basilea. Acudieron a esos puntos de coordinación sobre todo para obtener información, intercambiar ideas y conocerse. A los aficionados se les pudo ver pacíficos en medio de grupos de fans suizos.
David Zimmermann, delegado de la Oficina Federal de Deporte para la Eurocopa 2008, encabeza un equipo de supervisores de aficionados integrado por dirigentes de las embajadas de la afición en las cuatro ciudades suizas donde se disputarán los partidos de la Eurocopa: Basilea, Berna, Ginebra y Zúrich.
swissinfo, Udo Seiwert-Fauti, Rust
(Traducción del alemán: Antonio Suárez Varela)
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