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BERLÍN.- El primer aviso para los jóvenes adoradores de Adolf Hitler y las cruces gamadas llegó en agosto, cuando la policía alemana asaltó uno de sus campamentos de verano cerca de Güstrow, en el norte del país, y requisó en cabañas y tiendas de campaña todo tipo de parafernalia filonazi. Este jueves, cientos de agentes de la Oficina Criminal Federal (BKA) remataron el trabajo lanzando una de las 'razzias' de mayor envergadura que se recuerdan en los últimos años contra la organización juvenil Heimattreue Deutsche Jugend (HDJ) o Juventudes Alemanas Fieles a la Patria.
Exactamente a las 6.00 de la mañana, la policía procedió a lo largo y ancho del país, en 14 de los 16 'Ländern' (estados), a registrar cerca de 100 viviendas y oficinas e interrogar a más de un centenar de miembros de una de las más importantes 'canteras' de neonazis. Sólo en Berlín fueron 15 los lugares en los que irrumpieron por sorpresa los agentes.
El Ministerio del Interior basaba la operación escuetamente en que existían "datos concretos de que las HDJ actúan contra el orden constitucional". La Carta Magna y el artículo 86 del Código Penal germanos prohíben expresamente todo tipo de propaganda nazi con penas de entre tres meses y varios años.
Ya en verano los agentes hallaron en el campamento del idílico pueblo de Hohen Sprenz todo tipo de banderas, instrumentos y libros relacionados con la dictadura del Tercer Reich. Allí, los aprendices de neonazis eran instruidos ideológicamente por los miembros de la organización.
O, como asegura la nota del Ministerio, "sus actividades de ocio aparentemente apolíticas, como los campamentos de verano, tienen como fin adoctrinar a niños y jóvenes desde temprada edad en la ideología nacionalsocialista para convertirlos en radicales extremistas".
Dos décadas de racismo
Oficialmente, las HDJ nacieron en 1990 en la capital alemana y adoptaron expresamente ese nombre en 2001. Con más de un centenar de miembros y miles de simpatizantes entre siete y 29 años, se extienden principalmente por los estados de Berlin, Brandemburgo, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Baja Sajonia, Renania del Norte-Westfalia y Baviera.
En sus revistas utilizan un marcado tono racista y antisemita y a través de sus campamentos, excursiones cicloturistas y marchas campestres buscan atraer a los jóvenes hacia su ideología, según Interior. Esta de suerte de 'neojuventudes hitlerianas' dispone de importantes contactos entre las formaciones neonazis y el propio presidente del Partido Nacionaldemócrata Alemán (NPD, con representación en varios parlamentos regionales), Jörg Hähnel, se encuentra adscrito a la organización.
Desde agosto, todos los partidos del Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento, solicitan reiteradamente la ilegalización de las HDJ. En mayo, el ministro del Interior, Wolfgang Schäuble, anunció la prohibición de otras dos formaciones neonazis. Muchos años antes, en 1994, el Gobierno procedió a desmontar una organización similar conocida como las Juventudes Vikingas.
El Mundo.es 09/10/2008
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