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Lejos de revitalizarse, la fiesta de la Toma de Granada, que rememora la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos en 1492, congrega alrededor suficientes elementos del pasado más rancio y excluyente que la hacen cada año menos atractiva. La lluvia hizo también lo suyo para deslucir una festividad que, por mucho que pese a las autoridades municipales, se ha convertido en la excusa perfecta para que la extrema derecha se publicite de forma gratuita, con sus despliegue de banderas preconstitucionales, pancartas y demás soflamas de tinte xenófobo.
No fueron las únicas notas negativas de la jornada. Algunas de las fachadas de los edificios de la Plaza del Carmen amanecieron con pintadas en contra de la festividad y de la presencia de ´fachas´ -llegados en muchos casos de distintos rincones del país-, circunstancia que obligó al servicio de limpieza de Inagra a emplear tiempo, esfuerzo y dinero en borrar la huella dejada por los gamberros.
Minutos antes de que la comitiva desfilara por las calles de Granada, en torno a las 11.45 horas, la Falange, desde su sede en Reyes Católicos, ´castigaba´ los oídos de los transeúntes con su añeja colección de himnos y marchas militares para sorpresa de los allí concentrados.
No hubo por lo demás incidentes destacables pese a que se temía que la inclusión este año de un musulmán entre la comitiva soliviantara a los más intransigentes. Muy pocos de ellos parecieron percatarse de dicho detalle, criticado, sin embargo, por la comunidad islámica que no ha dudado en considerar su presencia como una "burla".
La lluvia, eso sí, restó afluencia de público aunque no impidió que cientos de granadinos siguieran los pormenores del tradicional ceremonial cívico religioso donde no faltaron las principales autoridades civiles, entre ellos el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, y el subdelegado de Gobierno, Antonio Cruz, además de los principales responsables militares y de las Fuerzas de Seguridad.
Bajo una fina lluvia, la comitiva encabezada por el concejal de Cultural, Juan García Montero, que portaba una réplica del pendón de Castilla, salía del Ayuntamiento para dirigirse a la Catedral donde el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ofició la tradicional misa que dio paso a la tremolación del estandarte, a cargo del concejal socialista Isidro Olgoso, en la Capilla Real, frente a la cripta donde se encuentran los restos de los Reyes Católicos.
A la salida, la lluvia arreciaba con fuerza, por lo que la comitiva aceleró el paso para llegar cuanto antes al Ayuntamiento, prescindiendo de las tradicionales paradas destinadas al lucimiento del cortejo.
Ya en la Plaza del Carmen volvieron a sonar los himnos de Granada, Andalucía y España, aunque sólo el de la comunidad autónoma recibió el abucheo de los pequeños grupos de extrema derecha, muy visibles desde cualquier ángulo de la explanada.
Sus gritos no fueron acallados en ningún momento por el público asistente, algunas de cuyas soflamas -"España cristiana y no musulmana"- tenían un claro tinte racista.
Mientras esto ocurría, desde el balcón consistorial, el concejal del PP Juan García Montero, al que correspondía el turno establecido por edad, tremoló el pendón en tres ocasiones como manda la tradición, después de repetir la leyenda: "Granada, Granada, Granada, por los ínclitos Reyes de España don Fernando V de Aragón y doña Isabel I de Castilla. Viva España. Viva el Rey. Viva Andalucía. Viva Granada", a los sones del himno nacional.
La tremolación fue el punto final de una ceremonia que no deja de ser un día de afirmación nacional pero mal entendida por parte de los asistentes.
La Opinión de Granada. 3.01.09
Granada por la Tolerancia ve los actos de la Toma como algo "sectario y excluyente"
La plataforma considera que se pretende lavar la imagen de los reyes que crearon la Inquisición
EUROPA PRESS / GRANADA
La plataforma Granada Abierta por la Tolerancia considera la Toma de Granada celebrado esta mañana como "un acto sectario y excluyente" porque en el se rinde homenaje a unos reyes que "promovieron la Inquisición y una de las mayores deportaciones de la historia humana, con más de cien mil moriscos que fueron deportados por el simple hecho de tener otras creencias", según la asociación. En declaraciones a Europa Press en referencia a la presencia de la figura de un árabe en los actos, el coordinador de la plataforma, Francisco Vigueras, confesó que "el acto es un intento de lavar la imagen de Isabel la Católica" y que "han intentado presentar a la reina como tolerante, algo carente de rigor científico e histórico", ya que, tal como subrayó el propio coordinador, "a finales del siglo XV, la reina firmó los edictos de expulsión contra judíos, gitanos y musulmanes",
De esta forma, Vigueras señaló que "incumplía unas capitulaciones de la ciudad en las cuales, la reina se comprometía a respetar los derechos civiles y religiosos de estos colectivos". Añadió que la asociación considera que "no se puede ocultar que la Reina en su empeño de llevar a cabo un Estado nacional católico de religiosos, expulsó a todos los que no pensaban como ellos, lo que deja en evidencia que los Reyes Católicos no pasaron a la historia por sus valores democráticos y de integración", aseguró. La plataforma, compuesta por más de una docena de asociaciones locales y regionales, consideró la presencia de la figura de un árabe ayer en la comitiva de los actos celebrados con motivo de la Toma de la ciudad como "algo absolutamente esperpéntico".
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