Movimiento contra la Intolerancia acusa a los neonazis de llamar "al odio". El titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Plaza de Castilla puso ayer en libertad a los 18 adultos detenidos el sábado por los disturbios en Puente de Vallecas, a raíz de una manifestación del partido radical de ultraderecha Movimiento Patriota Socialista.
El titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Plaza de Castilla puso ayer en libertad a los 18 adultos detenidos el sábado por los disturbios en Puente de Vallecas, a raíz de una manifestación del partido radical de ultraderecha Movimiento Patriota Socialista. Los jóvenes fueron detenidos por desórdenes públicos, atentado y daños. El ministerio fiscal tampoco había pedido su ingreso en prisión preventiva.
Tras prestar declaración a lo largo de la mañana ante el juez, los detenidos fueron saliendo por la parte trasera de Plaza de Castilla. Allí les esperaban unos 200 jóvenes de estética antisistema, que aguantaron la lluvia y el frío hasta pasadas las tres de la tarde. Los arrestados fueron recibidos con aplausos y vítores, mientras el grupo les hacía una especie de corrillo.
Durante la concentración ante los juzgados, dos coches del Cuerpo Nacional de Policía vigilaron a los antisistema, que portaron pancartas de solidaridad y amenazaron a los medios de comunicación. "No te voy a dejar hacer fotos", le dijo uno de ellos a un fotógrafo de este periódico. "Y me da igual que esté la policía", añadió, en tono amenazante.
La delegada del Gobierno, Soledad Mestre, comparece hoy ante la prensa para dar explicaciones sobre los altercados en la presentación del balance de seguridad. Aclarará cuestiones sobre qué tipo de sanciones pueden recaer sobre los manifestantes ultraderechistas por lanzar proclamas racistas y fascistas y saltarse su recorrido oficial para adentrarse en Vallecas. Por la tarde, Mestre analizará los disturbios con los tres grupos municipales (PP, PSOE e IU).
En Puente de Vallecas casi confluyeron la marcha autorizada de ultraderechistas y otra sin permiso de radicales de izquierda, que intentaban impedir la manifestación. El lema oficial del Movimiento Patriota Socialista era "La crisis que sufre el obrero que la paguen los banqueros". Pero durante la manifestación lanzaron proclamas racistas ("¡La inmigración destruye mi nación!") y fascistas ("¡Madrid será la cuna del fascismo!").
Movimiento contra la Intolerancia había advertido del riesgo de autorizar una convocatoria así tan cerca del barrio donde vivía Carlos Palomino, el joven antisistema que murió apuñalado por un soldado de ideología neonazi en el metro de Legazpi. El presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, insistió en que el movimiento neonazi se manifestó "sin autorización en Vallecas y con una simbología fascista provocadora, indumentaria militar y con provocación hacia los vecinos, los inmigrantes y los colectivos antifascistas". Ibarra reclamó a la fiscalía que investigue "un posible delito de provocación al odio, el racismo y la violencia" en la marcha ultraderechista y condenó también los actos violentos de los radicales de izquierda.