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Dos jóvenes guardias civiles han muerto en un atentado de ETA registrado entre las 13.30 y las 13.45 junto al cuartel de la Guardia Civil en Palmanova, en el municipio mallorquín de Calvià, en el suroeste de la isla. Se trata del primer atentado con víctimas de la organización terrorista en las Islas Baleares y se produce 24 horas después del ataque a la casa cuartel de Burgos, que no dejó muertos pero sí 66 heridos leves.
Horas después, a las 19.40, el Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos del instituto armado (GEDEX) ha explotado de forma controlada una segunda bomba lapa en otro todoterreno de la Guardia Civil, estacionado en las proximidades de otro cuartel, el viejo, de la misma localidad de Palmanova. El coche, un Nissan Patrol, lleva más de un mes en desuso y aparcado en las proximidades de la otra comandancia que tiene la Benemérita en este mismo municipio, en concreto en la carretera que une y Palmanova-Magaluf, a unos 500 metros del lugar del atentado. Viviendas y comercios próximos han sido desalojados sobre las 18.00.
El delegado del Gobierno en Baleares, Ramon Socías, ha confirmado que en el ataque no se han registrado heridos al margen de las dos víctimas mortales, en contra de lo que se había informado en un primer momento. Los dos guardias civiles muertos hoy son Carlos Enrique Sáenz de Tejada García y Diego Salva Lezaun. Sáenz de Tejada era guardia, tenía 28 años, había nacido en Burgos y había recibido su destino hace sólo tres días, aunque llevaba en la isla algo más de seis meses; mientras que Salva Lezaun tenía 27 años, había nacido en Pamplona aunque llevaba muchos años residiendo en Mallorca y era alumno en prácticas desde hace pocos días. Ambos agentes, los dos solteros, iban de paisano, trabajaban en labores de mantenimiento y estaban de servicio en el momento de la explosión.
Iban a llevar el coche al taller
Las primeras hipótesis apuntan a la explosión la ha ocasionado una bomba lapa adosada al coche y activada con un mando a distancia, según el delgado del Gobierno, y no con un "dispositivo de movimiento", práctica habitual de ETA. Por tanto, los terroristas se encontraban "a escasos metros" del cuartel, vigilando con el fin de hacer explotar el dispositivo en el momento en el que los dos guardias civiles se han montado en el vehículo. La bomba había sido colocada en los bajos del vehículo minutos después de que lo dejara un brigada y lo cogieran dos jóvenes agentes, que debían llevarlo a un garaje para una revisión de mantenimiento.
Los cuerpos siguen en el lugar a la espera de que un juez ordene su levantamiento. Parte del cadáver del agente que estaba en el asiento del copiloto se encuentra sobre un árbol, según los bomberos, lo que da una idea de la potencia de la explosión. El otro estaba tendido en el suelo y los servicios de emergencia han tratado de reanimarle, pero ha sido inútil. Los turistas alojados en los hoteles cercanos -la zona de Palmanova cuenta con 30.000 plazas hoteleras- están recluidos en los establecimientos, ya que se ha establecido un perímetro de seguridad de dos kilómetros en torno a la zona de la explosión. A las 18.15, la zona seguía cerrada.
Las fuerzas de seguridad han puesto en marcha la operación jaula para tratar de capturar a los terroristas, por lo que el aeropuerto y el puerto de la isla han sido cerrados poco después del atentado. El aeropuerto, sin embargo, ha reabierto a las 17.55. Además, se han establecido controles policiales en las principales vías y autopistas de las islas, lo que está causando retenciones. En todo caso, el delegado del Gobierno, que ha señalado que el atentado podría haber causado una "masacre", no descarta que los terroristas tengan un piso franco en Mallorca.
El ataque se ha producido en la calle Na Boira, muy concurrida ya que cerca hay una oficina de correos y un centro de salud. Se encuentra a 200 metros de una playa en una zona de mucho turismo internacional y a unos diez kilómetros del Palacio de Marivent, donde veranea la familia real. Precisamente el atentado se produce a dos días de que los Reyes lleguen a Mallorca. Hace 13 días se puso en marcha el operativo de seguridad previo a su viaje. El presidente del Gobierno balear, Francesc Antich y otras de las principales autoridades de Baleares han acudido al lugar. El Gobierno balear ha decretado tres días de luto oficial en toda la comunidad por el "acto miserable y de barbarie" que han condenado todos los partidos.
El País 30.07.09
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