Comandos de marina israelíes lanzaron ayer un asalto sangriento contra una flotilla humanitaria internacional que se dirigía a Gaza, con saldo de al menos diez muertos, lo que causó la conmoción internacional y sumió a Israel en una profunda crisis diplomática. El Consejo de Seguridad de la ONU inició una reunión de urgencia en Nueva York, mientras la OTAN tiene previsto reunirse hoy a petición de Turquía.
El asalto israelí fue contra la flotilla de seis barcos que querían forzar al bloqueo impuesto por Israel desde junio del 2007 en la franja de Gaza, donde viven 1.500.000 palestinos. La Armada israelí detuvo a las seis embarcaciones con más de 700 personas y 10.000 toneladas de suministros. Los activistas, muchos de ellos europeos, iban a Gaza para llamar la atención al bloqueo.
Mientras, la flotilla capturada era escoltada al puerto israelí de Ashdod, aún seguían incompletas las versiones de la intercepción, ocurrida antes del amanecer a unos 120 kilómetros en el Mediterráneo. Ambos bandos ofrecieron versiones distintas de lo ocurrido a bordo del barco principal, el Mavi Marmara. Los activistas dijeron que los comandos dispararon primero e Israel insistía en que lo hicieron para defenderse.
Imágenes filmadas por un barco turco, muestran a comandos israelíes vestidos de negro que bajan de helicópteros y se enfrentan a activistas. También se ven varios heridos que yacen sobre la cubierta del buque. Otra imagen del convoy mostraba a un efectivo aparentemente descendiendo por una cuerda y enfrentándose con un hombre que sostenía un palo. El hombre luego parecía intentar apuñalar al soldado.
Un periodista del canal árabe Al Yazira en el barco principal dijo que los israelíes dispararon al barco antes de abordarlo e hirieron al capitán. “Estos salvajes está matando gente aquí. Por favor, ayuda”, dijo un periodista turco. La emisión del Al Yazira terminó con una voz que gritó en hebreo: “Que todo el mundo se calle”. El Gobierno de Israel impuso un bloqueo de comunicaciones sobre las personas a bordo del convoy y no estaban disponibles otras versiones del incidente.
Según el ejército de Israel, al menos nueve pasajeros murieron, siete soldados y 20 activistas resultaron heridos en la toma del barco. Un primer balance había señalado 19 muertos y 36 heridos. No estaba claro quiénes eran las víctimas. Un funcionario naval israelí dijo que la mayoría eran turcos. Pero en el convoy también viajaban estadounidenses, israelíes, palestinos y muchos europeos.
Turquía acusó a Israel de haber cometido un acto de “terrorismo de Estado” y llamó a su embajador en Tel Aviv. “Este asalto probó una vez más que el gobierno actual de Israel no quiere la paz en la región”, dijo el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. Israel dijo a sus turistas en Turquía que permanecieran en sus hoteles.
Tras este ataque, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, decidió acortar su estadía en Canadá y cancelar su visita a Washington. EE.UU., aliado clave de Israel, dijo solamente que lamentaba la pérdida de vidas y que estaba investigando la tragedia.
De su parte el presidente palestino Mahmud Abas calificó los hechos de “matanza”. El movimiento islamista Hamas, que controla la franja de Gaza, reaccionó llamando a la Autoridad Palestina “a suspender las negociaciones con Israel”.
En declaraciones individuales antes de un eventual pronunciamiento oficial del Consejo de Seguridad de la ONU, sus quince miembros tomaron la palabra, casi todos para condenar el ataque y pedir que Israel levante sus restricciones sobre el acceso a Gaza.
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Desde Latinoamérica
Brasil, Venezuela, Argentina, Chile y Bolivia se sumaron a la condena internacional. La cadena regional Telesur, basada en Venezuela, denunció la desaparición de uno de sus periodistas, un español que iba en el convoy.
Explicaciones
Representantes diplomáticos de la Unión Europea y numerosos gobiernos del mundo pidieron explicaciones a Israel.
Manifestaciones
Miles de manifestantes salieron a la calle en capitales del mundo árabe y Europa. En París, la policía dispersó a cientos de manifestantes con gas lacrimógeno. En Atenas, las fuerzas de seguridad lanzaron gases y granadas aturdidoras contra unas 2.500 personas afuera de la embajada israelí. Hubo también protestas en Roma, Londres, Sarajevo, Estocolmo, Madrid y Londres.
El Universo. Agencias. Telaviv. Ankara. Naciones Unidas. 1.06.2010
La española Laura Arau firma la orden de deportación. Manuel Tapial, David Segarra, detenidos en un centro de retención al sur de Tel Aviv, "sopesan" hacer lo mismo, según el embajador español.- Otros activistas aceptan volver de forma voluntaria a su país.- Algunos heridos denuncian maltratos.
La española Laura Arau, una de las tres personas con nacionalidad española encarceladas en Israel por viajar en la flotilla de la Libertad, ha aceptado hoy su repatriación voluntaria mientras que David Segarra y Manuel Tapial están "sopesando" la posible firma del documento que lo permita.
Según ha explicado a Efe el embajador español, Álvaro Iranzo, tras firmar un documento en el que acepta su repatriación voluntaria, Laura Arau, que es activista de la ONG Cultura, Paz y Solidaridad y podría regresar en las próximas horas a España. Iranzo ha precisado que los dos otros españoles detenidos, el madrileño Manuel Tapial -de la misma ONG que Arau-, y el valenciano David Segarra, periodista del canal televisivo latinoamericano Telesur, están "sopesando la posibilidad" de suscribir el mismo documento. El embajador ha indicado que en caso de que finalmente no lo hagan "la cosa podría alargarse un poco" por los diferentes trámites del mecanismo administrativo israelí hasta su expulsión del país.
Previamente, en declaraciones a los periodistas antes de participar en un acto en la Casa América de Madrid, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha recomendado a los tres españoles que firmen el acta de deportación para regresar a España de forma inmediata. De no hacerlo amparándose en "razones legítimas", ha apuntado el ministro, entrarían en un proceso de expulsión que sería "más largo". "Lo mejor para todos es que puedan volver cuanto antes, pero les corresponde a ellos tomar la decisión", ha añadido Moratinos. El número dos de la Embajada de España en Israel, Juan González Barba, se encuentra en estos momentos reunido con Tapial, Arau y Segarra para analizar la situación y tratar de persuadirles para que vuelvan a España. Moratinos ha señalado que la legación diplomática española está en contacto con las familias para mantenerlas al tanto.
La familia de Laura Arau ha podido hablar hoy por primera vez por teléfono con la joven activista, quien les ha comunicado que tanto ella como su compañero, Manuel Tapial, y el periodista David Segarra, están siendo bien atendidos en el centro donde se encuentran retenidos. Laura ha comentado a su familia que ellos no fueron testigos directos de la agresión, ya que se encontraban en el mismo barco en que viajaban los periodistas.
David Segarra también se ha comunicado hoy con su madre, a la que le ha asegurado que está "perfectamente bien, sin un solo rasguño" y que se encuentra en el centro de detención acompañado por el cónsul español. La madre de Segarra ha relatado que está más tranquila tras hablar con su hijo, quien "no se ha roto en ningún momento y eso es algo admirable teniendo en cuenta lo que ha pasado".
629 encarcelados
Las últimas horas han sido muy tensas en el puerto israelí de Ashdod. Al menos 629 activistas de la flotilla humanitaria van a ser encarcelados, 50 ya han sido repatriados y 46 se encuentran hospitalizados, nueve de ellos con heridas graves, según han informaron este martes las autoridades israelíes. La mayoría de los detenidos son turcos, pero también figuran entre ellos israelíes, palestinos, estadounidenses y numerosos europeos.
Gran parte de los activistas de la flotilla atacada por Israel, fueron detenidos nada más pisar tierra, 16 horas después la acción militar en aguas internacionales. Los que van a ser encarcelados son aquellos que se niegan a volver de forma voluntaria a sus países, e incluso algunos han arrojado sus pasaportes al mar.
Esta negativa les convierte ahora frente a las autoridades israelíes en inmigrantes irregulares y, por tanto, quedan detenidos. Para todos aquellos que rechazan abandonar el país comienza ahora. Tras los intentos de identificación, un proceso judicial que culmina en la expulsión. 50 activistas han sido traslados al aeropuerto Ben Gurión para ser repatriados voluntariamente.
La conmoción por el ataque sigue sacudiendo a Estados, ONG y asociaciones y organizaciones internacionales y provocó durante todo el día de ayer una cadena de reacciones de repulsa y la llamada de varios países a los embajadores israelíes acreditados en su territorio. Esta madrugada, el Consejo de Seguridad de la ONU ha lamentado la pérdida de vidas humanas y los heridos, pero no condena al Gobierno Israel.
"Toda esta brutalidad era innecesaria"
Los heridos fueron ingresados en el hospital de Bazilai, en la localidad de Ashkelon, a medida que llegaban a puerto. Los de mayor gravedad fueron trasladados en helicóptero directamente desde los barcos. "Me han pegado, tengo todo el cuerpo magullado, pero no me dejan enseñarlo. No soy violento. Toda esta brutalidad era innecesaria", proclama a voz en grito un activista. El resto de activistas fue llegando a lo largo del día al puerto de Ashdod, donde se agolpaban familiares y periodistas. Ante ellos, una portavoz del Ejército israelí, Avital Lebovitch, admitió que el asalto se había producido en aguas internacionales, "pero cuando un país está amenazado, tiene derecho a defenderse".
Un gran hermetismo rodeó la llegada de los integrantes de la flotilla a este puerto del sur de Israel. No era posible siquiera comunicar por teléfono con los tripulantes detenidos. Los periodistas fueron escoltados por la policía y expulsados del recinto portuario tras un intento frustrado de acercamiento al lugar de los hechos y tuvieron que conformarse con los testimonios de segunda mano que ofrecían los distintos portavoces que acudieron a la colina, donde se colocaron lo periodistas, para ofrecer su versión. "Salían del barco resistiéndose, forcejeando", explicó Shahar Arieli, portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel.
La falta de información no sólo afectó a los periodistas. Los familiares de los activistas tampoco pudieron hablar con ellos. Ayer no sabían si sus hijos estaban entre los vivos o entre los muertos. "La última vez que hablé con mi hijo fue a las cinco y media de la mañana. Me dijo: 'Los barcos de la Armada nos han rodeado", cuenta Pninas Feiler, israelí y madre de Dror, un conocido activista propalestino afincado en Suecia. Y añade: "Estoy preocupada por mi hijo, pero también por mi país. ¿Cómo se puede apretar el gatillo con tanta facilidad?".
Francia exige la liberación "inmediata" de los activistas detenidos por Israel
El primer ministro francés, Francois Fillon, ha exigido hoy la liberación "inmediata" de los activistas detenidos por Israel, entre ellos nueve franceses, así como de los barcos. Fillon, hablando en el Parlamento, ha dicho que se tiene que iniciar una investigación internacional independiente que analice los sucesos de ayer en la madrugada y que han despertado el rechazo internacional. También ha pedido que se autorice la entrega de la ayuda humanitaria a los habitantes de Gaza. REUTERS.
El Pais. ANA CARBAJOSA | AGENCIAS - Ashdod/ Madrid - 01/06/2010