Claudio Lazzaro, prestigioso periodista y cineasta documental italiano visita España para presentar su documental Nazi Rock. Este documental pone al descubierto la estrategia de movilización, captación y adoctrinamiento de la ultraderecha italiana, y del contagio a la juventud italiana de esta ideología del odio y la intolerancia. Este documental es continuación del trabajo de investigación de la extrema derecha italiana. En Camisa Verde analizó el ascenso político de la ultraderechista Liga Norte.
Claudio, bienvenido a España. ¿Podrías dar una buena razón para ver tu documental nazi rock a los espectadores españoles?
Creo que la mejor razón que puedo dar es que lo que está sucediendo en Italia no es sólo un problema Italiano. Italia, en el pasado, ha presentado muchas veces modelos que los demás países han seguido. Fenómenos como el fascismo, sirvieron de guía para otros como el nazismo. Necesitamos conocerlos para luchar contra ellos.
En Italia se ha instaurado un régimen mediático que no se puede llamar fascismo, porque el fascismo es una experiencia histórica única, pero es algo muy parecido. El espíritu es el mismo: la creación de un régimen autoritario en el que la dialéctica oposición gobierno no exista. Ver como un enemigo.
¿Qué relación existe entre el Gobierno de Berlusconi, la Ultraderecha y los grupos neonazis?
En el documental Nazirock podemos ver la legitimación del fascismo. Hay una escena que nos demuestra la legitimación de la iconografía fascista que hace Berlusconi. En la gran manifestación de 2006 Berlusconi saca a su gente a la calle. En el escenario principal está cerca de Luca Romagnioli de Fiama Tricolore y Alessandra Mussolini líder de otro partido de ultra – derecha. Luca Romagnioli es una persona que afirma que las cámaras de gas no existen. Es un conocido negacionista.
La pregunta clave es por qué hace eso. Hay varias razones. Una es que Berlusconi perdió las elecciones por 20.000 votos y quería conseguir la mayor cantidad posible de votos. La otra razón es que Berlusconi quiere destruir la Constitución Italiana, acabar con la división de poderes y para ello debe destruir la base de la Constitución y la base de la Constitución es la resistencia y la lucha contra el nazi fascismo. Berlusconi piensa que si puede demostrar, reescribiendo la historia, que somos todos fueron iguales, los fascistas, los colaboracionistas y los antifascistas, entonces será más fácil conseguir este objetivo.
¿Cuál ha sido la respuesta al ascenso de la ultraderecha por parte de la sociedad civil, los jueces y los partidos políticos democráticos?
La reacción ha sido débil. Por ejemplo, en Italia existe una ley en Italia que prohíbe la reconstrucción del partido fascista, que no se puede hacer el saludo fascista, pero esta ley no se aplica. Por ejemplo, la Asociaciación Nacional de Partisanos de Italia presentó una denuncia por infracción de esta ley con la información contenida en el documental Nazi Rock, por intentar reconstruir el Partido Fascista. Pero la demanda no tuvo ningún efecto.
La escuela italiana no enseña lo que verdaderamente ha sido nuestra historia, la historia del fascismo y el antifascismo. No están dando los conocimientos básicos para que la gente pueda tener un conocimiento de lo que ha sucedido en nuestro país.
En la izquierda la reacción ha sido muy débil. El documental estaba listo antes de las elecciones y ofrecí el documental a los representantes de la izquierda como argumento electoral: cuidado si votáis esta derecha vais a votar este tipo de gente. No le hicieron ningún caso. El documental lo descubrieron después de las elecciones.
La respuesta de la sociedad civil también ha sido débil. La sociedad civil no entiende que la manera de luchar contra esta ultraderecha es la defensa de las bases de nuestra Constitución, la defensa de la democracia y las instituciones democráticas.
¿Cuál es el efecto que esta música causa en cuanto a adoctrinamiento, movilización o la utilización para fomentar la violencia en las calles?
La música es un elemento central. Cuando existe una expresión artística, aunque primitiva, existe una identidad. En el momento que escuché este tipo de música quise entender de donde viene esta música, esta identidad. La música es un vehículo para transmitir estas ideas y para hacer proselitismo. Pasa algo parecido con los estadios y el deporte. Son lenguajes que se acercan a los jóvenes y facilitan el proselitismo y transmiten ideas violentas, haciendo más fácil encontrar personas que lleven a cabo estas ideas violentas. Este tipo de música, al igual que las hinchadas del fútbol no eran sólo de izquierdas; eran de izquierda y derecha, ahora sólo son de extrema derecha. La ultraderecha y los grupos neonazis han sido capaces de utilizar este tipo de lenguajes para llamar la tención de los jóvenes, para hacer una labor de proselitismo .
¿Qué lecciones podríamos aprender tanto en España como en Europa, de lo que sucede y sigue sucediendo en Europa?
Creo que podemos sacar dos enseñanzas importantes. La primera es que un pueblo tiene que conocer su pasado y su presente. La sociedad y la escuela tienen que enseñar la resistencia al racismo, a la xenofobia al fascismo. El conocimiento de la historia. También tenemos que tener conciencia de lo que pasa en el presente. Hay que evitar que la información se concentre en pocas manos. Tenemos que enseñar a percibir cómo se manipula la información. El conocimiento del pasado y de lo que sucede en el presente es el primer paso para luchar contra nuevas formas de autoritarismo.
El segundo punto es estrictamente político. La derecha crece porque en Europa y en el mundo crece el miedo: el miedo a la globalización, a las personas del tercer mundo que vienen a nuestro país y compiten por el trabajo, la competencia con otros países más pobres. El mercado se vuelve global y es completamente imposible estar encerrado en tu casa. Eso crea miedos, sobre todo en la gente que no tiene ni los medios políticos, ni culturales, ni económicos para resistir la ola del cambio.
La derecha hace una política del miedo. Ahora para combatir esta política tenemos que tener coraje de estar entre la gente que tiene problemas que no sabe cómo luchar, y encontrar un lenguaje que nos permita explicar que hay que luchar contra el miedo. Pero es una tarea muy difícil. Es muy fácil decir fuera, basta una sola palabra. Explicar el fenómeno es mucho más difícil. Si representas una izquierda burguesa no te van a creer, hay que estar con la gente. Hay que probar el modo de reformular los valores de solidaridad con un lenguaje concreto, que tenga en cuenta los problemas concretos. Este lenguaje no puede ser ideológico, sino práctico, cercano a la gente, a sus problemas y la solución a sus problemas. Todo eso la izquierda italiana no lo hace.
¿Cuál va a ser la evolución de la ultraderecha en Europa y en Italia? ¿Crees que hay esperanza?
Todo depende de cómo evolucione la situación económica en el mundo. Si los países industrializados continúan con una política financiera como la actual, actuando como si estuvieran en un Casino de las Vegas, las previsiones son muy negativas. Porque esta situación favorece el miedo, la polarización rico – pobre y en esta situación el mercado del miedo crece. La derecha se basa en el mercado del miedo. Si esto sigue así lo pasaremos mal.
En cambio, si los Gobiernos Occidentales aplican políticas basadas en el crecimiento, que tengan en cuenta a los más débiles, habrá una esperanza. Creo que si trabajamos para contrarrestar en los dos puntos de los que hablaba antes, conciencia del pasado e interpretación del presente, tenemos una ruta de salvación. Pero todo depende de las políticas económicas que adopten los Gobiernos Occidentes. Si seguimos con una economía darwiniana, en la que el pez grande se come al chico, especulativo, la mentalidad del miedo crecerá.
Lunes, 29 de noviembre de 2010
Movimiento contra la Intolerancia