"La inmigración es un problema porque hay más de la que debería haber". Josep Antoni Duran i Lleida, cabeza de lista de CiU al Congreso, irrumpió ayer en el debate sobre la emigración con una cruda valoración del impacto social, cultural y económico de los inmigrantes extracomunitarios. En un tono particularmente duro, el número dos de CiU rivalizó con las posiciones de los sectores más derechistas del PP y hasta de Plataforma per Catalunya (PxC): "Quien no quiera practicar el deber de la integración, aquí no debe hacer nada", afirmó.

"La inmigración es un problema y hay que decir las cosas por su nombre", señaló el dirigente nacionalista en una conferencia en Tribuna Barcelona, foro organizado por el periódico La Vanguardia. Alegando que la inmigración puede no ser un problema para quienes viven en zonas acomodadas, Duran se lanzó por la pendiente: "No es lo mismo una persona que tenga un inmigrante en su casa de servicio y viva en Sarrià oPedralbes afirmó, que quien vive en un bloque y no puede vender su piso a precio de mercado porque cada día van más inmigrantes a comprar en la tienda de al lado".

Público y privado

Duran aplicó con creces y de antemano su promesa de "hablar y mucho" sobre inmigración en la campaña. El candidato de CiU se refirió también al ámbito de la educación y denunció que la inmigración incide negativamente en la calidad de la escuela. "No es lo mismo el que lleva el hijo a una escuela privada o concertada que quien lo lleva a una escuela pública: hay muchos escolares inmigrantes y ello conlleva un retraso en el rendimiento global del aula", aseguró el dirigente democristiano. "Esto es un problema para mucha gente y hay quetenerlo presente", sentenció con rotundidad.

En su intervención ante un relevante auditorio congregado para el caso, bajo la presidencia de Miquel Roca Junyent y los oficios del periodista Josep Cuní, Duran exhibió sin circunloquios su arsenal electoral a cuenta de la inmigración. El diputado convergente denunció que "no se ha sabido administrar con rigor" la cuestión y cargó sobre los socialistas la responsabilidad de haber creado el "efecto llamada" por la regularización en masa.

Un escenario cargado

El discurso de Duran llega en un entorno muy tenso por la penetración de políticas radicales en el ámbito municipal, generalmente de la mano del PP y de los ultras de PxC. La tendencia asoma incluso en el Govern, donde el conseller de Interior ya ha lanzado un globo sonda sobre la prohibición del burka en la vía pública. El propio Duran ya ha exhibido anteriormente su perfil sobre el caso. "No estamos dispuestos a cambiar nuestras costumbres, nuestro modelo de sociedad, incluso nuestras raíces religiosas", afirmó el pasado 8 de mayo en un acto electoral. La batalla por el voto deriva ya en un arriesgado escenario de fuego cruzado.

Las ONG critican el discurso racista de Duran i LLeida

Las entidades sociales catalanas han dicho "basta ya" al discurso político "xenófobo y racista" que había enabolado el día de antes, el candidato de Convergència i Unió (CiU) a las elecciones generales del 20 de noviembre. Duran i Lleida afirmó, durante una conferencia en Barcelona, que la presencia de inmigrantes en un barrio es la causa del descenso del valor de los pisos o que los niños extranjeros son los responsables del retraso del rendimiento escolar.

"El discurso racista y xenófobo [de Duran i Lleida] tiene nefastas consecuencias en la convivencia y nos pone en peligro de fractura social", afirmaron en un comunicado SOS Racisme-Catalunya, CCOO de Catalunya, UGT de Catalunya y la Confederación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Catalunya. Estas entidades sociales, vecinales y sindicales denuncian en el documento, titulado Basta al discurso político xenófobo y racista, "la falta de responsabilidad política y social del señor Duran i Lleida, que se aprovecha de un contexto difícil para culpar a personas de origen inmigrante de problemas transversales de la sociedad, como son la falta de inversión pública en educación o la situación de crisis en el mercado inmobiliario".

El líder demócrata y cristiano no tuvo reparos en trazar su discurso en contra de la inmigración diciendo que es un problema "porque hay más de la que debería haber". Pero según los agentes sociales, con estas actitudes se corre serio peligro de que la población las asuma como normales: "La normalización y aceptación del discurso racista en la vida política y cotidiana, se ejemplifica con este tipo de declaraciones", escriben SOS Racisme, sindicatos y vecinos en el manifiesto de denuncia.

Para evitarlo, los firmantes, consideran necesario que partidos, organizaciones sociales y la ciudadanía condenen y se opongan a esas acciones e ideas que vulneran los derechos de las personas, que fomentan el racismo y la xenofobia y que, por tanto, no deben tener cabida en un estado de derecho.

Ante las incendiarias declaraciones de Duran, las entidades sociales exigen además que "el gobierno de Catalunya, y CiU como partido del gobierno, respete el Pacto Nacional para la Inmigración y garantice que este tipo de discursos no tengan cabida en la vida política catalana". El panorama político catalán se ha visto salpicado con fuerza por partidos ultraxenófobos como Plataforma per Catalunya (PxC) y por actitudes muy crispadas contra la inmigración dentro del PP catalán.