Movimiento contra la Intolerancia expresa su satisfacción por lo que parece la renuncia definitiva de ETA al terrorismo y la perspectiva esperanzadora de un horizonte sin violencia en Euskadi y en el resto de España, en el que nadie se verá amenazado por sus posiciones políticas legítimas.
La firmeza democrática de las instituciones públicas y de la sociedad civil ha propiciado la capitulación del terrorismo y la consolidación de un escenario en el que el uso de la violencia y la violación sistemática de los derechos humanos por parte de ETA no sea nunca más aceptado socialmente. Sin duda, la movilización ciudadana ha contribuido decisivamente a la deslegitimación del terror y la violencia.
Un futuro sin terrorismo no debe ser un futuro sin memoria, ni sin justicia. El reconocimiento del dolor causado y el deber de reparación no puede ser un precio a pagar por el cese del terror. El olvido no es una opción, y el relato de las víctimas debe tener garantizado su relevancia social en Euskadi y el resto de España.
Así mismo, quienes han apoyado el fanatismo y la violencia no pueden imponer su visión sobre quienes han visto mermada su libertad. El presente y futuro de Euskadi pasa por la pluralidad y diversidad de opiniones. Movimiento contra la Intolerancia trabajará para que la Declaración Universal de los Derechos Humanos sea el mínimo común denominador de una ética compartida por toda la ciudadanía vasca.