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SOS Racismo reclamó ayer que se habilite en el País Vasco «un fiscal especializado en delitos de discriminación y odio, como ocurre en Cataluña». La propuesta fue realizada a raíz de la agresión sufrida el pasado 25 de diciembre en un bar de Bilbao por dos marroquíes, uno de los cuales, Abdellah El Mekaoui, había sido homenajeado en noviembre por haber devuelto 400 décimos de lotería extraviados.
Los dos inmigrantes fueron vetados en el establecimiento «por su aspecto» y recibieron golpes y puñetazos cuando pidieron el libro de reclamaciones. La Ertzaintza y las Policías locales deberían tener protocolos para actuar ante los casos de xenofobia y discriminación, que son «bastante habituales».
Las víctimas extranjeras que se ven envueltas en ese tipo de situaciones «suelen sentirse muchas veces poco atendidas o tratadas con sospecha» por los agentes de la autoridad.
La agresión sufrida por los marroquíes movilizó al Gobierno vasco, que se interesó por su situación. Lo hizo a través de Biltzen, cuyos responsables ofrecieron a los inmigrantes «todo el apoyo y asesoramiento que necesiten», según explicó el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales.
El portavoz del PSE-EE en el Ayuntamiento de Bilbao, Alfonso Gil, calificó de «terrible» lo ocurrido en el bar de la capital vizcaína, y alertó a los partidos contra «ciertos discursos que ensalzan ese tipo de comportamientos». Gil lamentó que «algunos enarbolen ciertas banderas» y les reclamó «prudencia». A su modo de ver, los dirigentes políticos «tenemos que ser responsables con lo que decimos y, a veces con lo que hacemos».
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