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La ultraderecha europea baila en Viena el dia en que se conmemora el Holocausto

    

Numerosos líderes ultraderechistas europeos se reunieron el viernes a bailar en uno de los lugares más emblemáticos de Viena, coincidiendo con el Día Internacional en Memoria del Holocausto.

Entre 3.000 y 6.000 manifestantes salieron a protestar contra esta celebración que se realiza en los salones del antiguo palacio imperial, Hofburg, en el centro de la capital austriaca. Con un cerco alrededor de la Plaza de los Héroes, de acceso al lugar del baile, la policía intentó impedir que se produjeran confrontaciones.

En un primer balance, la agencia de noticias austriaca APA informó de que 21 personas fueron detenidas, y hubo una media docena de heridos leves entre manifestantes, invitados al baile y agentes de policía.

Marine Le Pen, candidata de Frente Nacional francés, el parlamentario nacionalista sueco Kent Ekerot y el europarlamentario belga Pohilip Claeys, de la formación xenófoba VlaamsBelang, figuraban en la lista de 3.000 invitados de este baile de gala organizado por la asociación WKR que reúne a 21 cofradías ultranacionalistas austriacas.

En estos grupos se asocian universitarios y académicos de ideología de extrema derecha y de vínculos con neonazis. Muchos miembros se caracterizan por sus cicatrices en el rostro rajado en la práctica de la esgrima y por portar antiguos uniformes, con los que se les ha visto esta noche acudir al tradicional baile.

Otros van de esmoquin o frac, y las mujeres de vestido largo, siguiendo la tradición de los elegantes bailes vieneses que varios gremios celebran cada año en suntuosos palacios en vísperas de Carnaval. Esta tradición dominada por el compás del vals figura en el inventario nacional de bienes culturales de Austria. Pero debido a la convocatoria ultraderechista, la semana pasada, la Comisión Austríaca de la UNESCO retiró los bailes vieneses de la lista de patrimonio cultural inmaterial.

Las autoridades austriacas han anunciado que a partir de ahora no se permitirá más que las cofradías ultranacionalistas sigan celebrando su baile en el Palacio Imperial, como vienen haciéndolo desde hace años. Por su parte, Heinz Christian Strache, el sucesor del difunto Jörg Haider como líder del partido radical derechista austriaco FPÖ, declaró que él y sus seguidores seguirán realizando sus bailes en el futuro “ aunque a otros les guste o no”.

Según estudios empíricos, su partido está en crecimiento y podría desbancar a la Socialdemocracia y al conservador Partido Popular que actualmente conforman la coalición gubernamental austriaca.

Entre los manifestantes, el escritor e historiador Doron Rabinovici dijo que “se trata aquí de un encuentro de neonazis camuflado de baile. Los invitados son simpatizantes de los malhechores (del Tercer Reich)”. Angelika Gruber, presidenta de la Asociación de Estudiantes Universitarios de Viena, opinó que no ha sido casual sino un acto de cinismo que los ultraderechistas eligieran como día para su festejo el 27 de enero, fecha de conmemoración de las víctimas del Holocausto.

El grado de tensión se refleja en la disparidad de los datos sobre los participantes de la protesta. Según la policía, el número de manifestantes fue de 2.800, mientras que los organizadores de la manifestación hablan de 6.000 a 8.000 personas.

La manifestación fue convocada por movimientos antifascistas, por el Partido Verde y agrupaciones socialdemócratas, así como por numerosas ONGs y organizaciones católicas, judías y evangélicas. Entre los tradicionales bailes vieneses, organizados por diferentes gremios en suntuosos palacios, el más vistoso es el Baile de la Opera, al que suelen acudir destacados políticos nacionales e internacionales, así como famosos del mundo del espectáculo.

El baile de las cofradías ultranacionalistas se presenta como un espejo que desafía y se burla de esta tradición desde el extremo de la derecha.


El País.com 28.01.12