El mundo entero está preocupado por los acontecimientos de Ucrania. Tenemos que entender la esencia de lo que está pasando. El Partido Progresista Socialista de Ucrania, como un partido de oposición de izquierdas, que luchó y lucha contra el curso de la política doméstica y extranjera que continúa en la dirección de la desestabilización de la Revolución Naranja y Yushchenko, y contra la alianza del Partido de las Regiones y el Partido Comunista, conducida por Yanukovych, considera necesario hacer una evaluación.
El 22 de febrero, militantes y terroristas del Parlamento Euromaidan [esto es, la muchedumbre fascista de Kiev] ejecutaron un golpe neonazi usando la fuerza armada. Violando todas las normas de la Constitución, la ley internacional, y pisoteando los valores europeos, el Parlamento excedió su autoridad y cometió actos criminales. Washington y Bruselas –que dijeron al mundo y toda la humanidad que Euromaidan es una acción no violenta de los ucranianos para escoger una opción europea y proteger la democracia y los valores europeos– ahora francamente debería admitir que los ucranianos no han conseguido nada. Porque lo que ellos han hecho ha sido un golpe de estado nazi, llevado a cabo por los insurrectos, terroristas y políticos de Euromaidan para servir los intereses geopolíticos de Occidente.
Pruebas indiscutibles de ello son:
1) El cambio de gobierno ocurrió de un modo inconstitucional. Violó todas las reglas legales europeas. En violación de la sección XIII de la Constitución (que describe detalladamente el procedimiento para cambiar la Constitución), sin la participación del Tribunal Constitucional, el sistema estatal de nuestro país ha sido cambiado por el (Parlamento) Supremo de la Rada de Ucrania;
2) Yendo más allá de los poderes del Parlamento de Ucrania, violando el artículo 19 de la Constitución, el Parlamento designó a supervisores sobre el Ministerio del Interior, el Servicio de Seguridad de Ucrania, y la Oficina del Fiscal General. Estos supervisores son instalados con el objetivo de ejercer la violencia política de Euromaidan sobre las instituciones constitucionales del estado para promover los intereses de Occidente de un modo inconstitucional;
3) El Presidente ucraniano Yanukovych (a quien nuestro partido se ha opuesto como hemos dejado claro durante los cuatro años pasados) fue privado de sus poderes constitucionales en una repugnante violación de la Constitución. La Constitución no otorga ningún derecho al Verkhovna Rada (el Parlamento) de Ucrania para privar al presidente del poder en el modo en que esto ha sido hecho. La Constitución proporciona un procedimiento de destitución detallado que es especificado por escrito. Pero repito, no dirigido por la autoridad de la ley, sino más bien por una supuesta urgencia revolucionaria que se ha saltado el principio europeo de la presunción de inocencia, Yanukovych fue quitado de la oficina y un nuevo presidente fue designado en violación de la Constitución;
4) El Parlamento, impaciente por defender a los militantes y terroristas de Euromaidan, perdonó y convirtió en héroes a todos sus miembros, comenzando el proceso de regalarles la presidencia. Esto quiere decir que no habrá ninguna responsabilidad para los que usan la fuerza armada para matar a civiles u oficiales de policía inocentes, o los que asaltan y machacan edificios oficiales y almacenes por la fuerza y armados, que ejecutan linchamientos o chantajes y secuestros. Esto ha creado las bases para la formación de una maquinaria neonazi represiva estatal.
Washington y Bruselas deberían escuchar nuestras advertencias. Les hacemos responsable de todo que han hecho para transferir el poder a las fuerzas políticas responsables de establecer este régimen totalitario nazi en Ucrania, con la consecuente y repugnante violación de los derechos y libertades de millones de nuestros conciudadanos.
Los EE UU y Unión Europea deberían saber que este secuestro de poder por partidos políticos y movimientos que incluyen a fuerzas neonazis (como “Svoboda – la Libertad” y “Sector Derecho”), anunció la puesta en práctica de una revolución nacional bajo los lemas “Ucrania para los ucranianos”, “Gloria a la nación – Muerte al enemigo”, “¡Aliados moscovitas y comunistas a la horca!” y otros.
Desde el 22 de febrero, este nuevo gobierno debe asumir toda la responsabilidad en toda Ucrania por la violación de los derechos y las libertades de sus ciudadanos.
Los insurrectos y terroristas siguen capturando edificios administrativos en Euromaidan y autoridades locales en el sur y este de Ucrania. Usando métodos terroristas, votantes han sido privados de sus derechos y de la autoridad de sus representantes elegidos en consejos locales. Los civiles que defienden sus opciones han sido despiadadamente tiroteados por pistoleros armados con kalashnikovs, fusiles, y otras armas de combate, como ocurrió, por ejemplo, el 22 de febrero en Lugansk.
Militantes que carecen de cualquier autoridad policial legítima, se han arrogado a si mismos poderes policiales de emergencia, usando hachas y palos para bloquear carreteras centrales, parando coches para realizar inspecciones y verificación de los documentos de pasajeros, y deteniendo a la gente. Han bloqueado la entrada al aeropuerto y de este modo han violado repugnantemente la Convención Europea sobre Derechos humanos y Libertades Fundamentales, que garantizan la inviolabilidad de la persona, la libertad de movimiento, la presunción de inocencia, y el derecho a la seguridad y la vida. Todo el pueblo de Ucrania ha sido humillado y negados su dignidad y derechos.
Ya el 23 de febrero, representantes del nuevo gobierno anunciaron la formación de la nación ucraniana: proclaman que cualquiera que use la lengua rusa será sometido a la privación de su estado nativo de identidad étnica ucraniana y será discriminado negativamente en derechos civiles y políticos.
El nuevo régimen ya ha anunciado su intención de prohibir los canales de difusión de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania, marcándolos como los canales de televisión de un estado hostil. Este es el modo en que el nuevo gobierno defiende los valores europeos de libertad de expresión y de prensa.
El régimen prepara listas de enemigos que estarán sujetos a la proscripción. Este mecanismo privará de derechos civiles y políticos a todos los que no comparten las vistas neonazis de las nuevas autoridades ucranianas.
A lo largo de todo el país, continúan linchamientos macabros. La gente está siendo apaleada y apedreada, mientras los miembros indeseables del Verkhovna Rada de Ucrania son sometidos a brutales intimidaciones y los funcionarios locales ven a sus familias y niños apuntados por amenazas de muerte si no apoyan la instalación de este nuevo poder político. Las nuevas autoridades ucranianas están quemando masivamente las oficinas de los partidos políticos que no les gustan, y públicamente han anunciado la amenaza de procesamiento criminal y prohibición de partidos políticos y organizaciones públicas que no comparten la ideología y los objetivos del nuevo régimen.
Militantes de Euromaidan están ocupando lugares santos Ortodoxos como Kiev-Pechersk Lavra, procurando transferirlos a clérigos discrepantes como Filaret. La intención es la de ocupar todas las iglesias de la Iglesia Ucraniana Ortodoxa del Patriarca de Moscú para adaptarlas al Vaticano.
En nombre del Partido Socialista Progresista de Ucrania (PSPU), declaramos que no reconocemos la legitimidad de este golpe de estado, y no reconocemos como legítimas las actividades de las nuevas autoridades ucranianas. Condenamos la violación total de los derechos y las libertades de los ciudadanos de Ucrania en asuntos nacionales, étnicos y culturales, religiosos y políticos.
Apelamos al Parlamento Europeo y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pidiendo su intervención inmediata en lo que está ocurriendo en Ucrania, para proteger los derechos y las libertades de ciudadanos, para prevenir que el nuevo gobierno ucraniano desate una III Guerra Mundial sobre el continente eurasiático.
Natalia Vitrenko, Presidenta del Partido Socialista Progresista de Ucrania(PSPU)