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El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha asegurado este jueves que el asesinato del joven rumano Gigi Musat, quien falleció el 11 de septiembre de 2009 por una paliza a manos de dos jóvenes, fue un crimen “xenófobo” y “execrable”, por lo que se debe aplicar la agravante de xenofobia.
Así lo ha señalado Ibarra a Europa Press en relación al juicio que celebrará este jueves la Audiencia Provincial de Madrid contra dos acusados de este asesinato. La Fiscalía de Madrid solicita 17 años de prisión, mientras que la acusación particular que representa esta organización solicita 25 años de prisión.
“Estamos convencidos de que fue un crimen xenófobo y nos hemos personado en apoyo a la familia y por el carácter xenófobo del crimen”, ha señalado.
Respecto a la petición de pena, ha indicado que solicitan 25 años de cárcel para los acusados al apreciar que en conducta concurre la circunstancia agravante de la pena de xenofobia, ensañamiento y abuso de autoridad.
No sería el primer caso en que se aplique este agravante. Ya se apreció en el acusado que dejó tetrapléjico al inmigrante congoleño Miwa Buene. Al igual que se hizo a los asesinos del joven antifascista Carlos Palomino, quien falleció de una puñalada mortal el 11 de noviembre de 2007.
De este modo, Ibarra ha destacado que confía en que se haga Justicia, ya que fue un crimen “execrable” y con las características de estos crímenes de odio que no solo generan un daño irreparable a la víctima, sino también lanzan un mensaje al conjunto del colectivo inmigrante”.
“Nuestra legislación sanciona estas conductas porque tiene un plus de atemorizar al colectivo inmigrante y romper la armonía social. Todos los organismo europeos dicen que las legislaciones se tienen que reforzar frente a los crímenes de odio. En España, nosotros pedimos que se introduzca en la reforma penal a las personas sin hogar”, ha señalado.
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