AFP.- 19 septiembre 2014. Miles de personas se manifestaron este jueves en Keratsini, en la periferia sudoeste de Atenas, donde hace justo un año fue asesinado el músico Pavlos Fyssas por un miembro del partido neonazi Amanecer Dorado.

Al grito de “¡Pavlos Fyssas está vivo!”, y “¡Los asesinos neonazis de Amanecer Dorado a la cárcel!”, unas 3.500 personas, según la policía, participaron en la protesta.

Unas horas antes, decenas de estudiantes de secundaria habían depositado flores en el lugar en el que se produjeron los hechos, y donde se presentó una placa conmemorativa en presencia de la familia de la víctima y de las autoridades locales.

“Estamos todos aquí para detener el fascismo”, dijo su padre, emocionado.

El militante de Amanecer Dorado Yiorgos Rupakias apuñaló a Pavlos Fyssas, de 34 años, en plena calle en la madrugada del 18 de septiembre de 2013.

El asesinato, que provocó conmoción en Grecia y en el extranjero, llevó a las autoridades griegas a castigar por primera vez a Amanecer Dorado, considerado responsable de muchos actos violentos contra imigrantes y militantes de izquierda en los años anteriores, casi con total impunidad.

En total, 78 personas, incluyendo a policías, están inculpados en este caso y el juicio se espera que se celebre antes de que acabe el año.

Una investigación de la dirección de la policía de Atenas mostró “vínculos entre los policías y Amanecer Dorado”, indicó este jueves el diario griego Kathimérini.

“Es una provocación que la fecha del juicio de los asesinos de Pavlos Fyssas todavía no esté fijada”, denunció en un comunicado el movimiento contra el racismo y la amenaza fascista (Keerfa).

Fundado en los años 1980 sobre una base ideológica xenófoba y antisemita, el grupúsculo Amanecer Dorado salió a la luz y capitalizó desde 2010 el malestar político, económico y social en el que estaba sumido el país debido a la crisis.

Actualmente sigue siendo tercer partido por intención de voto en la mayoría de los sondeos con entre el 6% y el 9%, tras la izquierda radical de Syriza y la derecha del primer ministro Antonis Samaras.