EL INTRANSIGENTE.- Lejos de detenerse, el racismo en el fútbol avanza cada vez más. Hace unos meses fueron noticias los hinchas del Chelsea que viajaron a Francia para el partido ante el PSG por la Champions League y los del Feyenoord, que le arrojaron una banana a Gervinho, futbolista de la Roma. Ahora, Emmanuel Emenike se convirtió en la nueva víctima.
La lamentable situación se dio en el fútbol turco, donde el Fenerbahce y Besiktas se vieron las caras el último fin de semana. El delantero nigeriano Emmanuel Emenike decidió decir basta a los constantes cánticos discriminatorios que sufre fin de semana tras fin de semana y quiso dejar la cancha en medio del partido.
Los hinchas de su propio equipo, el Fenerbahce, lo insultaron gravemente y lo llamaron “negro” en reiteradas ocasiones. Él, ofuscado, pidió el cambio pero al no ver reacción del banco enfiló para el vestuario y se sacó la camiseta. Antes de que pueda ingresar al túnel, el cuerpo técnico lo frenó y lo obligó a retornar al campo de juego.
Sin embargo, en el vestuario tomó la decisión de no seguir y debió ser reemplazado en el entretiempo por Pierre Webó. Así, consternado, no salió a disputar la segunda mitada.
Horas después, publicó la explicación en su cuenta de Twitter donde comentó que no le gusta jugar para gente que lo llama “negro” y pidió que se acabe el racismo en el fútbol.
Sin dudas, más allá de que en Sudamérica las cosas son un tanto más complicadas, Europa también tiene problemas que resolver y que están vinculados con el fútbol y el accionar de los hinchas que asisten a los estadios.