El pasado día 27 de enero se conmemoró en todo el mundo civilizado el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Fueron las Naciones Unidas las que, en Asamblea General, el día uno de noviembre de 2005 decidieron que fuera ese día en el que recordásemos a los millones de personas que fueron víctimas del genocidio nazi en los campos de concentración y exterminio.
El 27 de enero de cada año se conmemora, además la liberación en 1945 por las tropas soviéticas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau. Hoy se cumplen 71 años de aquella liberación.
El Acto de Estado organizado por el Gobierno español se realizó en el antiguo Salón de Plenos del Senado. Ocuparon la tribuna los ministros José María García-Margallo, de Asuntos Exteriores e Iñigo Méndez de Vigo, de educación, Cultura y Deporte. Junto a ellos ocuparon un lugar el presidente de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez Heredia y el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Querub.
El presidente del Senado, Pío García-Escudero ha señalado que nunca podrá ser bastante la condena de esta "abominación" en la que hubo más de seis millones de víctimas; "frente al antisemitismo, frente al racismo y frente a cualquier forma de intolerancia, nuestras voces jamás deben callarse. Porque callar sería lo mismo que consentir".
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Méndez de Vigo ha afirmado que “no hay excusas para el antisemitismo y el racismo”, y que “existe la obligación de educar sobre el Holocausto para no relegar el dolor al olvido y para que un pasado oscuro no vuelva a repetirse”.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores José María García-Margallo, ha calificado de "intolerable" la "frivolización" o "relativización" de la "Shoah", el término hebreo utilizado para referirse al Holocausto, por lo que ha considerado imprescindible "educar en la tolerancia"
El presidente Unión Romani, Juan de Dios Ramírez Heredia, recordó a los más de 500.000 gitanos que fueron asesinados y víctimas del racismo nazi. Ha denunciado el "cruel martirio al que fueron sometidos judíos y gitanos, sin haber cometido otro pecado que haber nacido perteneciendo a un pueblo". Sin embargo, ha elevado la voz para manifestar que las ignominias siguen cometiéndose en la actualidad en muchos países europeos. Asesinatos en masa, mujeres esterilizadas a la fuerza, muros levantados para separar a las comunidades, niños gitanos llevados a escuelas de discapacitados mentales, son actos racistas que, a veces con toda impunidad, siguen cometiéndose contra los gitanos en muchos lugares del mundo.
Juan de Dios Ramírez-Heredia terminó su intervención implorando que la historia no se repita. Haciendo un llamamiento a las autoridades, a los periodistas y a la sociedad en general para que el racismo no tenga cabida en nuestra sociedad. “A los racistas, ni agua”, clamó.