ABC.- El Atlético Ranillas anunció este sábado la expulsión del club y la prohibición de acceso a las instalaciones a dos padres que fueron detenidos por protagonizar incidentes racistas durante el partido que enfrentó al equipo de Segunda Alevín (niños de 10-11 años) del conjunto zaragozano frente al Helios. Un encuentro que fue arbitrado por Basirou Mamadou Sow, que recibió insultos y amenazas por parte de los progenitores.
El club zaragozano mostró su malestar por la actitud de los padres de dos jugadores de su Alevín, que desde los primeros minutos la tomaron con el árbitro. Su conducta provocó que se diera aviso a la Policía, que se personó en el descanso y los identificó. A pesar de ello, los padres continuaron su actitud en el segundo acto después de que los agentes hubieran abandonado las instalaciones.
Al final del partido, el colegiado se encaró con uno de ellos después de que se dirigiera a él y le dijera «muy bien negrito». Unas palabras que dieron paso a unos incidentes que obligó a llamar de nuevo a la Policía, que procedió a la detención de los dos padres. «Me sentí indignado, cuando le dije qué has dicho, se puso furioso y vino hacia mí a golpearme; los que estaban cerca impidieron que me golpearan», explicó el colegiado a Efe.
El árbitro afirmó, sin embargo, que, tan sólo diez minutos después de comenzar el partido, ya empezó a escuchar quejas de varios asistentes del Club Atlético de Ranillas, que llegaron a meterse con él y su familia. A pesar de esta situación, Sow decidió no suspender el partido, porque «son niños y están para disfrutar del fútbol».
En una respuesta ejemplar, el Atlético Ranillas, que condenó «rotundamente el racismo y la violencia de cualquier tipo», anunció a través de Twitter la decisión de «expulsar del club a las personas implicadas en los hechos acontecidos esta tarde», así como «la prohibición de su acceso a las instalaciones».
Los padres de los dos niños fueron puestos en libertad con cargos por presuntos delitos de amenazas y de odio, tras prestar declaración ante el titular del juzgado de guardia de la capital aragonesa. El Atlético Ranillas ha expulsado del club a sus hijos, de entre 11 y 12 años de edad, como medida ejemplarizante para evitar que se repitan hechos similares.
Sow ha lamentado que hayan pagado así el «mal comportamiento de sus padres», porque «no se lo merecían de verdad», pero entiende que los clubes deben tomar las decisiones que consideren oportunas: «Yo ahí no me puedo meter».
30.01.2017