En testimonio de un antiguo miembro del colectivo revela su estrecha relación con la extrema derecha y ultras neonazis. 15.06.2017
SIN FILTROS.- Seis “okupaciones” y cinco desalojos después, Hogar Social Madrid, el colectivo okupa que presta ayuda solidaria a españoles al tiempo que se la niega a inmigrantes, parece más fuerte que nunca. Autodenominados como social-patriotas, su lideresa, Melisa Rodríguez, no descarta llevar su proyecto a la arena política. Otros como España 2000 ya lo han hecho con anterioridad… y con relativo éxito. Sin embargo, hacía años que no surgía una figura capaz de seducir a la siempre atomizada ultraderecha española.
Sin embargo, muchas sombras planean sobre HSM. Sinfiltros ha accedido al testimonio de un exmilitar, delincuente habitual y antiguo miembro de HSM, que fue expulsado de la organización y amenazado de muerte por cuestionar las directrices de Melisa. El renegado revela la verdadera estructura interna de un colectivo con múltiples menores de edad en sus filas y que acceden al consumo de alcohol con facilidad en El Quijote. Así se llaman los sucesivos bares de los que HSM dispone en cada okupación.
Asimismo, su relato revela oscuras conexiones con el mundo ultra y sus inequívocos vínculos con el movimiento neonazi español. Así lo confirma Antonio Salas, autor de ‘Diario de un skin’, que permaneció durante más de un año infiltrado como skinhead hasta ganarse la confianza de la vieja guardia de Ultras Sur, la peña radical y violenta ligada al Real Madrid. Salas expone cómo HSM y Ultras Sur han llegado a colaborar conjuntamente en las recogidas de alimentos. Pero no sólo eso. Suburbios Firm, escisión neonazi del Frente Atlético, es otro de los pilares en los que Melisa sostiene su liderazgo.
Su expansión ha comenzado. Hogar Social ya se ha instalado en Granada y ha generado una respuesta inmediata. Los colectivos antifascistas comienzan a movilizarse contra un movimiento emergente que parece, sólo, la punta del iceberg neonazi que amanece en España, en Europa y en el mundo.