El Ayuntamiento de Bernuy de Porreros señala que no se han librado edificios municipales ni viviendas particulares. 27.12.2017
QUIQUE YUSTE. EL NORTE DE CASTILLA.- La localidad segoviana de Bernuy de Porreros amaneció este martes con una veintena de pintadas en hasta ocho edificios –así como en contenedores y en la parada del autobús– que reflejaban mensajes racistas y simbología nazi. Una infracción que puede ser constitutiva de un delito de odio, fechoría de las que no hubo constancia en la provincia de Segovia durante 2016 según los datos del Ministerio del Interior (sí en los años anteriores por orientación o identidad sexual, ideología, discapacidad, creencias religiosas o racismo).
Precisamente, la xenofobia figura como elemento principal en las pintadas realizadas en Bernuy de Porreros. «Son sobre todo racistas», precisa la alcaldesa de la localidad, Yolanda Benito. «No sé si es una moda pero me pongo mala solo de pensar en esta tontería», continúa la regidora del municipio, que ya asegura haber presentado ya la denuncia correspondiente en la Guardia Civil (Subdelegación del Gobierno confirma la denuncia de un particular y de una comunidad de vecinos).
Sin sospechas
Las pintadas, realizadas de madrugada, no se concentraron en un solo lugar. «Empezaron en el parque del Juncar y continuaron por la calle del Río, por la casa de un vecino y terminaron en las inmediaciones de una entidad bancaria y porque parece que se les acabó el ‘spray’», relata Benito. La alcaldesa confía en que la grabación de la cámara de la entidad bancaria ayude a encontrar a los autores de las pintadas.
«Sospechas como tal sobre los autores no tenemos porque nadie ha visto nada. No podemos señalar a nadie pero me gustaría que no fueran de aquí», asegura. El Ayuntamiento ya ha comenzado las labores de limpieza en aquellos lugares que son de su propiedad, aunque los trabajos serán más intensos en las viviendas particulares que se han visto afectadas. «Las nuestras dentro de lo que cabe es fácil porque es poco más que pintar, pero en las fachadas de las casas, que son de piedra, va a costar mucho más esfuerzo y también dinero», concluye Yolanda Benito.