Carta de un vecino recibida por la Oficina de Solidaridad con la Víctima del Movimiento contra la Intolerancia.
Soy un vecino del barrio que quiero informarles que en las inmediaciones de la ciudad universitaria de Madrid (zona de Metropolitano-Guzmán el Bueno), cada noche se están produciendo brutales agresiones cometidas por grupos ultra contra jóvenes de la zona. Desde nuestras casas hemos contemplado cómo pegaban a un joven: llamamos a la policía pero no apareció nadie; a dos chicas les han rajado la cara –eso, porque prefirieron que les marcaran la sonrisa antes que ser violadas o aplastada su cabeza contra el bordillo-; otro estudiante fue agredido en el metro y a los indigentes que piden en la iglesia de San Bruno (calle Beatriz de Bobadilla) les han propinado varias palizas. Todo ello, ante la impotencia de quienes cada noche escuchamos los gritos desde la ventana. Lo más curioso es que estas agresiones están sucediendo a escasos metros de la Dirección General de la Guardia Civil –calle Guzmán el Bueno- y de la comisaría de policía de Almansa. Ante la indiferencia de las autoridades, pido a los medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales que se hagan eco del gravísimo problema, a las autoridades que den alguna solución y a las fuerzas de seguridad que actúen con contundencia contra los violentos. La gravedad del asunto es ya extrema y el peligro que corremos todos, demasiado como para esperar a que ocurra lo peor.