|
|
|
El Correo, 14 de diciembre 2003(San Sebatian)
Fernando Savater lanzó al término de la manifestación un claro mensaje a los partidos constitucionalistas para que se mantengan «unidos en lo esencial» y «no jueguen con nosotros y con nuestros problemas». Sólo así, advirtió el portavoz de Basta Ya, será posible plantar cara a los «tiempos difíciles» que se avecinan y hacer frente «a los planes fingidamente democráticos» que tienen los vascos encima de la mesa. «Es imprescindible que permanezcamos unidos. Algunos nos llaman, despectivamente, unionistas. ¿A mucha honra! Siempre es mucho mejor la unión que la desunión», subrayo.Antes de su intervención, la concejal del PP de Lasarte Vanessa Vélez y el sindicalista de CC OO Jon Azkue dieron lectura al manifiesto que puso punto y final a la marcha, y en el que se califica de «contradictorio» que el lehendakari presente su proyecto de nuevo Estatuto para Euskadi como un proyecto de convivencia y, al mismo tiempo, anuncie que la propuesta «saldrá adelante pese a quien pese, si el pueblo la respalda».
Ausencia de violencia
La parte principal de la declaración se centra en invalidar la argumentación de Ibarretxe de que el referéndum sobre su proyecto se realizará «en ausencia de violencia» y con plena libertad política para todas las opciones ideológicas. A juicio de la plataforma, primero el lehendakari debe concentrar todos sus esfuerzos en «derrotar a ETA» y propiciar «el regreso de las personas que se han visto obligadas a abandonar Euskadi por la intimidación terrorista».El manifiesto cuestiona si el fin del terrorismo es requisito para que el plan pueda ser debatido, o más bien si es la aceptación del plan la condición para que acabe la violencia, «al menos por ahora». «¿Nos veremos los vascos no nacionalistas y los demás españoles -plantea-- libres de la amenaza terrorista después de haber acatado el plan o acabará la violencia antes para que de veras podamos decidir libremente?».En consecuencia, para Basta Ya, el plan Ibarretxe «no es una propuesta democrática sino la enunciación obligatoria del pago de un chantaje político». El manifiesto sostiene que este «chantaje» se asienta en presentar el plan con una concepción «radicalmente nacionalista», esto es, la existencia de un pueblo vasco como entidad política distinta y anterior a la nación española y a su Estado de Derecho actual. Por último, la declaración hace un llamamiento a los ciudadanos a la movilización pública contra el plan Ibarretxe: «No hay proyecto democrático posible si se aprovecha con ventajismo descarado el chantaje de la violencia».
|
|
|
|
|