El 8 de abril de 1971 se organizó en Londres el primer Congreso Gitano. Su objetivo era encauzar el movimiento gitano internacional y dar a conocer los problemas cotidianos de las comunidades gitanas: educación, pobreza, exclusión social. Entre otros actos simbólicos –se adoptaron un himno y una bandera gitanos– el 8 de abril fue declarado día internacional del pueblo gitano.

Según un informe de la Comisión europea contra el racismo y la intolerancia (ECRI), publicado en julio de 2003, los gitanos en España son entre 600.000 (datos oficiales) y 800.000 (datos de ONG humanitarias). Son una minoría heterogénea de personas con gran variedad de niveles de cultura, estándares de vida, profesiones y creencias.
De todas formas, la ECRI sostiene que una importante parte de ellos vive al margen de los fundamentales procesos sociales, convirtiéndose fácilmente en víctimas de prejuicios o actos de violencia. Las principales dificultades de los gitanos españoles siguen siendo en el ámbito de la educación, lo que indirectamente influye en sus índices de paro y en su "situación sanitaria desaventajada".

En ocasión del 8 de abril de 2004, la ONG española Unión Romaní ha manifestado: "Es inconcebible, hoy en día, que los estudiantes aprendan en la escuela quiénes son los esquimales o los aborígenes australianos y acaben la enseñanza sin que nadie les haya contado cuál es el origen del pueblo gitano o qué es el romaní".