Un joven ecuatoriano murio a consecuencia de los navajazos que le propinaron tres menores, también ecuatorianos, tras una discusión banal en el barrio de Arganzuela de Madrid. En Villaverde, el joven de 17 años asesinado fue Manuel Gonzalez, quien tras una discusión y enfrentamiento absurdo iniciado por el uso de una fuente, fue apuñalado mortalmente por un joven dominicano de 19 años.

En Gerena (Sevilla), a la salida de una discoteca, un joven murió apuñalado por otro joven con el que había mantenido una discusión. En Gran Canaria, dos jóvenes de 19 y 20 años, apuñalaron a un hombre causándole la muerte. La asunción de la violencia para la resolución de conflictos y la proliferación de navajas en manos de los jóvenes está en el origen de todos estos crímenes.

En todos estos casos, los autores de los asesinatos han sido detenidos por la policía y puestos a disposición judicial.

En Villaverde, algunos grupos ultras y racistas mantienen una agitación callejera alentando el enfrentamiento entre españoles e inmigrantes.

El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, que acudió a dar el pésame a la familia de Manuel, valoró que los padres de este menor asesinado, ambos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, tuvieran, "dentro del dolor", una respuesta extraordinaria pidiendo justicia y no venganza por lo sucedido a su hijo.

El Movimiento contra la Intolerancia ha dirigido un escrito al Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que le significa que la violencia juvenil crece de forma elevada durante los últimos cinco años, dato acreditado por informes de la Fiscalía, las Fuerzas de Seguridad y por el seguimiento constatado por los Informes RAXEN de la asociación.

Los protagonistas de esos sucesos violentos suelen ser bandas juveniles, magrebíes y latinas, como los Ñetas, Maras, Latinking y otras similares, así como los grupos xenófobos, especialmente skins, neonazis y ultras del fútbol, produciéndose además de la gravedad de los sucesos en sí, una alarma social por inseguridad ciudadana y quiebra de la convivencia pacífica.

Movimiento contra la Intolerancia reclama con urgencia al Gobierno para abordar este problema la aplicación de un Plan Integral contra la Violencia que incida en la prevención de conflictos y en la integración de jóvenes inmigrantes, junto a una mayor sanción de uso de armas prohibidas y una modificación de la Ley del Menor que aumente las sanciones para los delitos violentos.