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De hecho, estos ocho radicales implicados ya eran conocidos por las fuerzas del orden, pues constan en sus «listas» de cabecillas de la peña rojiblanca. Sólo tuvieron que observar el vídeo para confirmar su identidad. Su líder era Francisco Javier L. R., conocido como Fran, quien, con chaqueta y corbata, protagonizó las amenazas más graves contra jugadores y cuerpo técnico.
José Camarero, responsable de seguridad del Atlético de Madrid, presentó ayer la denuncia por los incidentes. La Brigada Provincial de Información, perteneciente al Ministerio del Interior, fue la sede que recibió la denuncia, por ser el organismo que posee una unidad especializada de violencia en el deporte. La que identificó rápidamente a ocho de los ultras.
Después, se dará traslado del caso a la Comandancia de la Guardia Civil de las Rozas, para que tramite la denuncia, pero la unidad de la violencia en el deporte será la concretará ante la Comisión Antiviolencia los nombres de los vándalos, para que esta actúe también en consecuencia. Dicha Comisión abordará el caso en su reunión del miércoles, intervención que también solicitará el club con la denuncia que presentará el lunes ante dicho órgano.
«El Portu» y Antonio, la vieja guardia
La Policía conoce bien a Francisco Javier L. R. Es el líder de un Frente Atlético que vuelve a crecer después de una enorme división interna. Vestido con chaqueta y corbata, portaba una barra escondida en su pantalón y se puso un guante para consolidar una postura de agresión que finalmente no cometió.
Con título universitario, Fran es un radical de los nuevos tiempos. Su agresividad le ha convertido en un líder. Era quien profirió los insultos más duros y las amenazas de muerte a Bastón, el entrenador de porteros.
Precisamente, Fran fue uno de los radicales que se enfrentaron a los integrantes de la Asociación Señales de Humo cuando este grupo de seguidores acusó a Enrique Cerezo por su gestión y la de los Gil en un debate de la Fundación Ferrándiz, relativo a la venta del Calderón.
Las fuerzas del orden también saben bien quien es «El Portu». Llevaba un chándal de Reebok. Es otro cabecilla del Frente, que procede de la vieja guardia. Detrás de él se situó otro viejo líder de la peña, Antonio, con una camiseta azul en la que se leía «Buenos Aires, Argentina».
Junto a ellos, los otros cinco identificados forman parte del nuevo núcleo duro del Frente. Un grupo especialmente agresivo que el 9 de abril ya provocó un suceso grave. Regresaba el Atlético de perder ante el Numancia, 1-0 en Soria, y estos radicales quisieron detener el autobús del equipo para «hablar» con los futbolistas. Viajaban en una furgoneta y telefonearon a diversas personas de la expedición para conseguirlo. Ante la negativa, situaron su furgoneta delante del autobús y provocaron frenazos en pleno viaje, pero no lograron su objetivo.
Antiviolencia podrá sancionar a los once gamberros, pero judicialmente será difícil conseguir una sentencia, pues sus hechos se limitaron a la rotura de una valla y a las amenazas a los profesionales. El Atlético sí tiene decidido nombrar un nuevo jefe de seguridad para la próxima temporada.
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