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Madrid- La radiografía criminalística de España
ya está horneada. La Fiscalía General del Estado presentó ayer su Memoria. Datos hay muchos. Pero quizá los más llamativos son los que esbozan el perfil de la actividad delincuente juvenil. Los menores, que pronto tendrán que sufrir una normativa menos benovelente, cometen cada vez más atrocidades. Las cifras se disparan. Y mucho. Los delitos contra la vida cometidos por niños o adolescentes que no han alcanzado la mayoría de edad han sufrido una escalada del 61 por ciento con respecto a 2002. En el resto de temas, la cosa está así: la violencia de género aumenta, los delitos sexuales crecen, las bandas delincuentes de personas con experiencia militar se incrementan en la costa... ¿Un dato positivo? La criminalidad, a grandes rasgos, disminuyó en nueve comunidades.
Punto por punto, la radiografía quedaría así:
Menores. Los tribunales siguieron un total de 179 causas por delitos contra la vida cometidos por menores de edad, lo que supone un incremento del 61 por ciento respecto a los 111 expedientes registrados en 2002. La Memoria de la Fiscalía hace balance de la Ley Orgánica Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores, que entró en vigor en 2001 y que previsiblemente será reformada por el Ejecutivo de Zapatero. Las principales conclusiones muestran «problemas» a la hora de ejecutar las medidas contempladas en la ley y diferencias de recursos entre las distintas comunidades autónomas para llevarlas a cabo.
En lo que se refiere a los hechos delictivos, además de los cometidos contra la vida, destaca especialmente el incremento registrado en las causas por delitos contra la libertad e identidad sexuales (1.320 frente a los 1.187 expedientes de 2002). Este órgano destaca la «novedosa presencia» en España de bandas de jóvenes delincuentes que, insertos en pandillas, atemorizan y violentan a otros menores con «prácticas cuasi mafiosas» que degeneran en peleas en la vía pública con instrumentos peligrosos y armas blancas, produciendo heridas mortales.
La incidencia de este fenómeno delictivo se ha incrementado en los últimos tiempos y, según la Fiscalía, suele estar influenciado por prácticas similares de países centro y sudamericanos, «constituyendo una fuente permanente de preocupación para las autoridades policiales y judiciales, estando su incidencia esencialmente presente entre los menores de origen latinoamericano».
Otra de las prácticas que se ha incrementado es el «bullying». Las memorias de las fiscalías autonómicas refieren que las denuncias son cada vez más numerosas, bien porque cada vez se tiende a judicializar situaciones «más o menos cotidianas», bien porque los menores tienen la valentía de denunciarlas.
Violencia doméstica. Los casos de violencia doméstica por los que se abrieron diligencias previas y procedimientos abreviados en 2004 aumentaron un 114,6 por ciento respecto a los incoados en 2003, al pasar de 13.528 a 29.029, según se recoge en la Memoria de la Fiscalía General del Estado. El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, explica que el «constante» incremento detectado en los últimos años parece responder «más que al incremento real de estas conductas a una renovada decisión de las víctimas de denunciar los hechos».
El número de muertes violentas consumadas ascendió de 45 a 47, habiéndose pasado de 9 asesinatos consumados en 2003 a 18 en 2004, descendiendo, por contra, de 36 a 29 el de homicidios consumados.
El 86,8 por ciento de las víctimas son mujeres (52.093), mientras que respecto al sexo del agresor, en un 88,9 por ciento fueron hombres (52.064), según relata la Memoria, que hace hincapié en que aunque bajaron las agresiones entre cónyuges o ex cónyuges han subido las que tienen lugar entre quienes son o han sido parejas de hecho.
Pese a ello, el año pasado se detectó un descenso, del 88,6 al 86,8 por ciento, en el número de casos en que la mujer ha aparecido como víctima y un repunte, del 8,7 al 11,1 por ciento, en los casos en que ha sido agresora.
Explica que el «excepcional» incremento del 1.772 por ciento en el título correspondiente a delitos de tortura y contra la integridad moral se debe a la inclusión en este apartado de todos los comportamientos tipificados como violencia física o psíquica en el ámbito familiar.
El fiscal general también llamó la atención sobre el «llamativo aumento» en el volumen de los procedimientos por delitos contra la integridad moral, «reflejo del elevadísimo número de los incoados, por apreciarse habitualidad en los actos de violencia intrafamiliar». Este incremento, aseguró al respecto Conde-Pumpido, no debe contemplarse como un dato negativo, «sino como una muestra de mayor concienciación social que hace aflorar una violencia intrafamiliar, que antes se englobaba en la cifra negra de delitos no denunciados».
Inmigración. Las expulsiones de extranjeros delincuentes han registrado un «notable aumento» en 2004, según la memoria de la Fiscalía General del Estado sobre el citado año. No obstante, advierte que la expulsión sustitutiva «presenta numerosas aristas y problemas interpretativos y se torna más difícil en su aplicación cuando se trata de juicios rápidos». La memoria también recuerda que muchos expedientes de expulsión no pueden ejecutarse, debido a que España no cuenta con relaciones diplomáticas con los países de los que proceden los extranjeros. Por otro lado, la Fiscalía reclama la puesta en marcha de una manera eficaz un Registro Central de Menores Extranjeros en situación de desamparo, «como mecanismo básico para introducir racionalidad en la actuación protectora de las instituciones públicas».
Incendios. En 2004 se produjeron en España 19.000 incendios forestales que arrasaron con 120.000 hectáreas, según se desprende de la Memoria Anual de la Fiscalía General del Estado. La región más castigada por el fuego fue Galicia, ya que allí se registraron 10.620 incendios, que quemaron 31.000 hectáreas de monte. Según datos de la Guardia Civil reproducidos en la memoria, el año pasado se contabilizaron 1.922 infracciones relacionadas con los incendios, de las que 311 tuvieron lugar en Orense y 130 en Huelva. Por estos hechos fueron detenidas 217 personas.
Delitos sexuales. Aunque el índice de criminalidad en España experimentó un ligero descenso, los delitos cometidos contra la integridad física, en especial los sexuales, registraron un incremento del 10,72 por ciento, pasando de los 10.106 en 2003 a los 11.190 del pasado año.
Criminalidad, robos, drogas. La Fiscalía resalta que en la evolución de la criminalidad, el pasado año se incoaron un total de 3.956.078 diligencias por la comisión de delitos, lo que representa un descenso del 0,5 por ciento respecto a 2003. Especialmente reseñable es el descenso de los delitos por muerte violenta, que alcanzó el 7 por ciento respecto al año anterior. Así, por delito de asesinato se incoaron 90 diligencias, 28 menos que el año precedente; mientras que por homicidio doloso se iniciaron 1.025 causas, frente a las 1.081 de 2003.
Los procedimientos por robo con fuerza y con violencia e intimidación disminuyeron también un 12 y 7 por ciento, respectivamente.Aumentaron, en cambio, en un 97 por ciento los delitos contra los derechos de los trabajadores y las diligencias incoadas por delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Respecto a los delitos de tráfico de droga, la Memoria de la fiscalía destaca que el pasado año se detuvieron a 14.267 personas relacionadas con los mismos, cifra sensiblemente superior a 2003. Además, se incautaron casi 800 toneladas de hachís y más de 33 de cocaína, 800.000 unidades de éxtasis y 264 kilos de heroína.
Juicios rápidos. En cuanto a juicios rápidos, en 2004 se calificaron 83.107 diligencias, de las que 43.358 obtuvieron sentencia de conformidad. Casi once mil de esas diligencias se incoaron por delito de robo, y 23.170 por violencia familiar.
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