El Bloque por Asturies responsabilizó al delegado del Gobierno, Antonio Trevín, de los sucesos que se produjeron el sábado en Cangas de Onís, donde tras una concentración del grupo derechista Democracia Nacional, se registraron enfrentamientos entre la Guardia Civil y un grupo de jóvenes de extrema izquierda.

Estos últimos, según el acta que levantó de los hechos la Guardia Civil, arrojaron una botella contra el autobús en el que viajaban cuando regresaban de cubrir la seguridad de la etapa de la Vuelta Ciclista a España a los lagos de Covadonga, lo que motivó que los integrantes del instituto armado disolvieran a los agresores y realizaran varias detenciones.
Esta versión fue rechazada ayer por el representante de Bloque por Asturies, Rafael Palacios, que es el director de la Agencia de Cooperación. «Tenemos conocimiento de la existencia de ultras y neofascistas que, mezclados entre la población, lanzaron piedras y botellas contra la Guardia Civil con el objeto estudiado de provocar su actuación».
Palacios, quien insistió en que la contraconcentración izquierdista fue espontánea, aseguró que «el Bloque por Asturies no entiende cómo es posible que el delegado del Gobierno en Asturias no autorice manifestaciones por estar redactada la solicitud en llingua asturiana y, sin embargo, autorice una concentración de un conocido grupo neofascista y pronazi».
Palacios pidió también a la Delegación del Gobierno que ademas de dar una explicación de los hechos «abra una investigación que permita que se depuren las responsabilidades pertinentes». Acusan a la Guardia Civil de actuar de forma «desmedida» contra los manifestantes de extrema izquierda.

El representante del Bloque por Asturies exigió la paralización y suspensión de cualquier procedimiento sancionador, administrativo o penal, contra las personas que fueron detenidas. «A la vez que expresamos nuestra total solidaridad con los manifestantes antifascistas, con los ciudadanos y ciudadanas de Cangas de Onís agredidas o que sufrieron daños en sus propiedades».

Además, Palacios comentó que tenían noticia por testigos presenciales de que «desde el autobús de la Guardia Civil que transportaba a personal de este cuerpo se realizaron saludos con el brazo en alto a la manera fascista».