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(EL PAIS.27.01.06)
El rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apelaron ayer a la tolerancia y a los valores de la democracia como único remedio para evitar que genocidios como el perpetrado por el nazismo contra judíos y gitanos vuelvan a cometerse. Lo hicieron en un acto solemne celebrado, junto a representantes de los colectivos de víctimas, con ocasión de la segunda celebración en España del Día del Holocausto.
"El racismo, el odio o la intolerancia no pueden tener cabida en nuestras sociedades", dijo el Rey. "Nuestra sociedad es tolerante y debe seguir siéndolo. Debemos felicitarnos de ser tolerantes, porque es el mejor síntoma de que somos libres. La democracia es la mejor forma de evitar que tragedias como el Holocausto se repitan el en futuro", señaló Zapatero, que advirtió: "El riesgo es real", y recordó los crímenes de la Camboya de Pol Pot y de las guerras balcánicas para demostralo. Prometió que el drama judío tendrá un lugar destacado en la educación de los españoles.
Un centenar largo de personas, sobre todo de los colectivos afectados, siguieron estos discursos en el Paraninfo de la Universidad Complutense. La representación institucional española incluyó, además del Rey y el presidente, a los dos vicepresidentes del Gobierno, los ministros de Exteriores, Interior, Justicia y Educación, el presidente del Congreso de los Diputados, el presidente del Tribunal Constitucional, el del Consejo General del Poder Judicial, el Fiscal General del Estado, el Defensor del Pueblo, y el alcalde de Madrid.
Sendos representantes del PP e IU, numerosos altos cargos y miembros del cuerpo diplomático acreditado siguieron también el acto más solemne celebrado hasta ahora de esta conmemoración, instituida oficialmente el año pasado, siguiendo la recomendación de la Comisión Europea a todos los países de la UE.
"Europa es también una memoria compartida", dijo en un mensaje escrito Jorge Semprún, copresidente español del comité para las celebraciones del 20 aniversario de las relaciones entre España e Israel. El ex ministro de Cultura recordó, además, que la fecha de esta celebración anual, el 27 de enero, es el día en que el Ejército Rojo descubrió el campo de exterminio de Auschwitz.
Seis millones de víctimas
Jacobo Israel, presidente de la Federación de las Comunidades de España, agradeció que la Constitución española rescatara a la comunidad que representa de siglos de discriminación y rechazo e insistió en que lo terrible de Holocausto nazi, con sus seis millones de víctimas, entre las que contó un millón de niños, es que no respondía a un odio popular ni fue una tragedia inevitable, sino la realización de un plan frío y premeditado de exterminio.
Juan de Dios Ramírez Heredia recordó a las decenas de miles de gitanos sacrificados con la misma lógica criminal en los mismos campos y todos los oradores, especialmente el Rey y Zapatero, recordaron a los exiliados españoles que compartieron, en muchos casos hasta el final, su trágica suerte.
El acto incluyó cantos sefardíes y romaníes, una oración en hebreo y el encendido de velas en memoria de algunos hitos del drama, como la del diplomático español Ángel Sanz Briz, que con ayuda del italiano Jorge Perlasca, salvó a muchos judíos en Budapest (Hungría).
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