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Bandas de Serbia, Croacia y la República Checa han celebrado recientemente reuniones para poner de lado sus diferencias durante el torneo y centrarse en los ataques racistas a esos jugadores.
El citado dominical informa de una reunión celebrada hace dos meses en Serbia por varios cabezas rapadas checos y Delije, hinchas especialmente violentos del Estrella Roja de Belgrado, reunión seguida de otra con otros hinchas de Croacia.
El periódico cita al organizador checo de la Brigada Fascista Unida, Radi Jiricna, quien anunció: "Vamos a luchar juntos en Alemania... nuestro hogar espiritual. Buscaremos a los jugadores negros porque están quitándoles puestos a los blancos".
Según uno de los organizadores serbios, Dragan Banovic, "Alemania será este verano un gran terreno de batalla. Será una gran ocasión para que nuestros grupos den a conocer su mensaje".
Barkan, ex paramilitar que luchó en Bosnia junto a Arkan, criminal de guerra serbio asesinado en 2000, afirma que "mientras dure la Copa del Mundo" se olvidarán de sus rivalidades.
"Estaré codo con codo con otros llegados de Zagreb y de Split, de Praga, de Roma y de Milán para gritar con una sola voz, porque todos tenemos las mismas ideas", agrega Barkan, citado por el dominical británico.
Barkan explica sin ambages que el blanco de todos ellos son "los jugadores negros del equipo inglés" y asegura que les arrojarán "algo más que plátanos".
Los neonazis afirman que no les disuadirán las medidas que tome la policía para impedirles comprar entradas para los partidos y dicen que lucharán fuera de los estadios si es preciso.
En una reunión celebrada el mes pasado en Londres, varios jefes de cuerpos de policía de distintos países europeos discutieron posibles medidas para impedir que grupos fascistas ataquen a los equipos africanos y a jugadores de color de la selección ingresa como Rio Ferdinand, Sol Campbell o Ledley King.
Los funcionarios de la policía temen que sea más difícil garantizar la seguridad en Alemania que en el Mundial del 2002, celebrado en Corea y Japón, o en la Eurocopa del 2004 en Portugal, dado que ese país tiene fronteras de libre acceso con nueve Estados vecinos.
Más de 3.200 "hooligans" (hinchas violentos) británicos han sido identificados por la policía del Reino Unido, que les ha exigido entregar sus pasaportes o presentarse a las autoridades locales los días de partido.
(20 Minutos. 29.1.06)
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