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La FIFA se ha decidido a cortar la oleada de racismo que se ha desatado en los campos de fútbol y que en España estuvo a punto de crear el precedente de que un jugador, el camerunés del Barça Samuel Eto'o, abandonase el terreno de juego por recibir insultos racistas en el partido de su equipo en Zaragoza. El Comité Ejecutivo de la FIFA, reunido en Zúrich, aprobó ayer la modificación del artículo 55 de su Código Disciplinario para endurecer las sanciones contra esa clase de infracciones. Las medidas abarcan desde suspensiones de partidos y deducción de puntos -tres por una primera infracción, seis por la segunda y descenso de categoría por posteriores faltas- hasta la descalificación de equipos de una competición.
Las sanciones también se extenderán a las selecciones nacionales. En este sentido la FIFA va a obligar a todas las federaciones nacionales a incorporar estas nuevas disposiciones en sus reglamentos. De esta forma, la federación que infrinja el artículo puede quedar excluida de toda competición internacional durante dos años.
El artículo que la FIFA ha anunciado que enmendará, el 55 de su Código Disciplinario establece: "El que públicamente humille, discrimine o ultraje a otra persona por razón de su raza, color, idioma, religión u origen étnico, será suspendido por un mínimo de cinco partidos en todas las categorías... Al infractor se le multará en cuantía no inferior a 10.000 francos suizos, unos 8.000 euros, y si fuera un oficial, el importe será de, al menos, unos 12.000 euros". Señala, además, que "el espectador que cometa esta clase de faltas se le prohibirá dos años acudir a los estadios". También indica que "cuando se desplieguen pancartas con leyendas o inscripciones de contenido racista, la sanción recaerá en la federación o en el club de que se trate con una multa mínima de 24.000 euros y deberá jugar su siguiente partido oficial internacional a puerta cerrada".
La federación española ya fue multada por la FIFA en noviembre de 2004 con 65.000 euros por los insultos que recibieron jugadores negros de Inglaterra en un partido internacional amistoso disputado en el Bernabéu.
El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, comentó ayer: "los recientes sucesos han demostrado que existe la necesidad de una acción concertada y la urgencia de adoptar medidas más rigurosas para eliminar esta sombra del hermoso juego". "Estoy muy satisfecho de que la familia del fútbol y la FIFA hayan dado este gran paso el día de hoy", agregó Blatter.
Por su parte, el jugador del Juventus de Turín, el francés Lilian Thuram, que fue invitado a la reunión del Comité Ejecutivo, felicitó a ésta por la iniciativa: "Ahora que los clubes y las asociaciones están obligados a encontrar una solución, encontrarán las soluciones que hacen falta para erradicar esta plaga". El francés concluyó: "Sólo hay una raza, la raza humana".
Sin embargo, Eto'o, el delantero azulgrana, eludió ayer pronunciarse sobre la decisión de la FIFA de castigar a los clubes con la pérdida de puntos si sus aficiones tienen conductas racistas. "Yo sigo jugando al fútbol; preguntad a los presidentes de clubes", señaló el camerunés, acatando el consejo de su técnico, Frank Rijkaard, de no alimentar el debate que propició tras amenazar con abandonar La Romareda al escuchar gritos simiescos. "Lo que pasó; ya pasó", dijo en alusión a ese incidente. "Me preocupa lo que viene. Nada más", dijo haciendo después un gesto elocuente de que era mejor callar.
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