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La Comunidad judía se siente asediada por el antisemitismo y el elemento islamista.

    Durante su intervención en el Foro de la Nueva Sociedad, Jacobo Israel explicó que los alrededor de 40.000 judíos que viven en España no tienen especiales dificultades de integración, pero 'desconocemos si en el futuro la comunidad será una parte más del componente nacional o si habrá una reacción contraria que favorezca su desaparición y vuelva a sus horas más sombrías'.

En su opinión, la problemática de los judíos en Europa y España se deriva de dos elementos esenciales: la propia seguridad y el nuevo antisemitismo.

Con respecto al primero indicó que la comunidad siente cierta inseguridad: 'cuando uno ve los colegios o sinagogas comprueba que casi se han transformado en fortalezas, donde entrar es difícil, hay que presentar el DNI, un coche policial está en la puerta...'

El segundo elemento, dijo, reside en el 'antisemitismo, ligado a los procesos de Oriente Próximo de los últimos años; se ha generado un antiisraelismo militante en gran parte de la prensa, que no sería más que un problema político si no se hubiera recuperado toda la iconografía clásica del antisemitismo tradicional'.

Argumentó en este contexto que dicho fenómeno no sólo se aplica a Israel sino a los judíos, lo que les ha obligado a 'reaccionar', por ejemplo la Federación ha impulsado una radio en Internet para tener voz propia en el panorama mediático español.

Detrás del antisemitismo 'hay un componente islamista claro -la comunidad judía se siente asediada por él- y también existe el temor clásico de la extrema derecha', dijo Israel, quien señaló que el gran problema de Occidente 'está en la forma en cómo todo esto ha pasado a los medios y cómo ha hecho revivir la vieja iconografía'.

Por otro lado, el presidente de la Federación consideró innecesario que los dirigentes religiosos musulmanes en España pidan perdón por el 11-M, por no ser responsables de los atentados, aunque fueron causados 'en gran parte por el islamismo', y defendió que estos líderes 'provoquen un diálogo' e inculquen a sus adeptos los valores constitucionales y los valores que rigen la sociedad.

Sobre las relaciones con el Gobierno socialista, Jacobo Israel manifestó que son 'excelentes', no hay 'ningún problema' y, además, ha tenido 'varios aciertos' con las minorías religiosas.

Sin embargo, matizó, ello no significa que no existan desacuerdos con 'muchas políticas' emprendidas por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, entre ellas la ley que regula el matrimonio entre personas del mismo sexo, por entender que esa unión 'no es una familia o un matrimonio'.

Dentro del ámbito religioso, Israel consideró que en el Gobierno hay dos tendencias: una 'extremadamente laicista' y otra que propugna tener en cuenta los sentimientos religiosos de la población española.

Por último, se mostró pesimista acerca del fin del conflicto israelí-palestino, algo que no ocurrirá -razonó- hasta que ambas partes acepten el derecho de los Estados a vivir en paz y seguridad.

Al desayuno informativo del Foro de la Nueva Sociedad asistieron, entre otros, el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, y el diputado popular Gabriel Cisneros, vicepresidente tercero del Congreso.