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Islamofobia: Un incendio provocado destroza una mezquita en Ceuta. Lideres musulmanes reclaman la intervención del Gobierno.

    (ABC 17.4.06)

CEUTA. La historia ha vuelto a repetirse. Si el pasado mes de enero un grupo de radicales carbonizaba el «morabito» ceutí de Sidi Embarek, ahora, siguiendo el mismo modus operandi, destrozaban por completo el de Sidi Bel Abbas, ubicado en la barriada del Sarchal.

Los hechos se producían a las seis de la mañana, hora escogida por un grupo de personas para atentar contra el santuario musulmán. Tras dar una patada en la puerta, se adentraron en el templo y ayudados de una botella con líquido inflamable calcinaban el santuario, huyendo posteriormente del lugar. En su acción no repararon si había alguna persona en su interior, a sabiendas de que, de manera habitual, una mujer de 85 años, llamada Maimuna, duerme y prácticamente vive en el interior del morabito.

La madrugada de marras se ausentó del templo, lo que le salvó la vida. Tras producirse el aviso, gracias a la actuación de unos vecinos de la barriada, miembros del servicio de Extinción de la Ciudad Autónoma se personaban en el templo, controlando las llamas. Su veredicto, nada más atajarse el siniestro, fue claro: se trataba de un acto provocado, al igual que el perpetrado en Sidi Embarek, hallándose incluso el embase en el que se había trasladado la gasolina.

La Policía Nacional se encarga desde ayer mismo de las investigaciones, asumiendo de manera contundente que debe investigar la misma línea que quedó plasmada en el atentado de Sidi Embarek.

Reconstrucción

Nada más conocerse lo sucedido, el presidente de la Ciudad de Ceuta, Juan Vivas, se personó en el templo para conocer in situ lo sucedido. «Es un hecho reprobable, censurable, lamentable y provocado. Nos vamos a poner manos a la obra para remediar estas consecuencias. Es un morabito que había sido recientemente rehabilitado y lo va a seguir siendo. A partir de hoy se acometerán las labores de limpieza e inmediatamente después comenzará la reconstrucción del monumento», apuntó Juan Vivas. «La señora que se ha visto afecta -declaró, en alusión a Maimuna-, ha tenido en juego su vida, por lo que el asunto adquiere más gravedad. Los servicios sociales se harán cargo de manera inmediata de ella. Tengo esperanza en que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado puedan descubrir y desvelar quiénes han sido los autores de este acto. Quiero mostrar nuestra confianza en el celo y buen hacer de las fuerzas de seguridad», añadió Vivas.

Aunque todavía no se ha concretado nada al respecto, sí que se está estudiando ya la posibilidad de colocar cámaras en los lugares de culto y en los templos de relevancia para que desde la comisaría se tenga grabación directa de lo que pueda suceder ante la reiteración de atentados contra templos religiosos que se está produciendo en la ciudad. Se trataría, en definitiva, de reforzar la vigilancia en las zonas que pudieran tildarse de «más sensibles» disponiendo así de información más directa con motivo de unos hechos vandálicos que ya cobran policialmente el calificativo de «atentados».

El presidente de la comunidad islámica, Mustafa Abdelkader, manifestó estar seguro de que las personas que están detrás del atentado en Sidi Embarek son las mismas que actuaron de madrugada en el Sarchal. «Estamos sufriendo unos actos que no hacen nada positivo para conseguir el respeto, la tolerancia y la convivencia entre todos nosotros. Lógicamente esto repercute y afecta mucho a la cultura de Ceuta porque los morabitos forman parte de ella. Hace decenas de años que vivimos en compañía de esta cultura, nuestros antepasados incluso realizaban fiestas religiosas dentro. Nunca ha habido estas malas intenciones. Si hay alguna corriente religiosa detrás de esto, están equivocados. Si no hay nada religioso detrás, les digo lo mismo. Deseamos que estos señores lo paguen, bien pagado», concretó.


EUROPA PRESS (17.4.06)

Los dirigentes islamistas aseguran que «cualquier manifestación xenófoba o islamófoba» no ayuda a la convivencia «por la que velamos de la mejor forma posible»

MADRID. Los presidentes de la Unión de Comunidades Islámicas de España y de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, Riay Tatary y Félix Herrero, respectivamente, reclamaron ayer al Gobierno que actúe contra los actos de islamofobia que se puedan producir en el país, como el incendio provocado en un centro de oración en Ceuta.

Tatary advirtió de que en las últimas fechas han aumentado este tipo de manifestaciones de islamofobia, con «hechos aislados», como pintadas en mezquitas e intentos de incendios, algunos fallidos y otros consumados. Ante este tipo de sucesos, la organizción islamista se ha puesto en contacto con las distintas Administraciones para que conozcan de cerca la postura de la comunidad musulmana arraigada en España. «Cualquier manifestación xenófoba o islamófoba no ayuda bajo ningún pretexto a la convivencia por la que velamos de la mejor forma posible», destacó.

Tatary considera que, de momento, este tipo de sucesos son hechos aislados, pero también responsabilizó a «algunos medios de comunicación».

Provocaciones

Por su parte, Félix Herrero consideró que este tipo de actos vandálicos suponen «una provocación hacia la comunidad musulmana, mediante el hostigamiento, esperando que se produzca una reacción para poder decir: son violentos».

Según Herrero, «el Gobierno tiene la obligación de intervenir firmemente y cortar estos pequeños conatos, que provocan el sentimiento del 1,5 millones de musulmanes que viven en España». En el caso de Ceuta, se refirió a las letras de una chirigota que provocaron el enfado de la comunidad musulmana de esta ciudad y que «no tuvo la respuesta adecuada por parte de la justicia, ni por parte de las instituciones de Ceuta».

Respecto al incendio de la mezquita del barrio del Sarchal, Herrero desconoce las circunstancias que lo rodean, pero teme que suponga otro «intento de provocación por parte de pequeños grupos para enturbiar la buena convivencia».

«El Gobierno español debe intervenir de manera más adecuada para garantizar los derechos ciudadanía de todos los ceutíes», concluyó.