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Hasta el momento son siete los uniformados involucrados (cuatro del Ejército, dos de Carabineros y uno de las Fuerza Aérea), incluyendo un cabo que presta servicio en las fuerzas de paz de Naciones Unidas en Haití, según fuentes próximas al proceso.
Se tratan del cabo de la FACh Pedro Cárdenas, los cabos de Carabineros Francisco Cayuqueo y David Guerrero, así como el cabo Juan Acevedo, el soldado Cristián Bello, el capitán Manuel Carrasco y el cabo en misión en Haití José Barraza, los cuatro últimos del Ejército.
La fiscalía indaga la posible fuga del país, rumbo a Argentina, de los líderes de la banda, César Esparza y Esteban González, que se habría concretado por un paso fronterizo con ayuda de militares o bien del grupo neonazi argentino "Blood and Honour Southland".
El vínculo de la célula criminal con miembros de las Fuerzas Armadas chilenas fue descubierto a través de fotografías incautadas por la policía de investigaciones en allanamientos realizados tras el asesinato de Tomás Vilches (18), el 16 de abril pasado.
En los registros fueron ocupadas también armas blancas y de fuego, uniformes del Ejército, literatura de carácter fascista, así como elementos que mostraban a miembros de la banda recibiendo entrenamientos militares en distintos puntos de la ciudad.
El último uniformado identificado fue el cabo Barraza, quien termina a fines de este mes su misión de paz en Haití. Fuentes castrenses no descartaron, sin embargo, que pudiera regresar antes si fuera requerido por la Fiscalía para tomarle declaraciones.
La fiscal Paola Trisotti, a cargo de la investigación, ofició el lunes al Ejército para que revisara las últimas fotografías incautadas y determinara la posible identidad de otros miembros de la institución castrense que participaban de las actividades criminales.
Ayer, en tanto, sostuvo una reunión de coordinación con el director de la Dirección de Inteligencia Nacional del Ejército (DINE), general Ricardo Ortega, quien le manifestó la plena colaboración institucional con las pesquisas.
La decisión fue valorada por la fiscal, ya que estudia para los próximos días efectuar más allanamientos, que podría arrojar nuevos nombres de uniformados vinculados a los neonazis.
Trisotti interrogará también al ex cabo de Carabinero Francisco Cayuqueo, que no se había presentado hasta hoy a las citaciones y quien se presume aporte importantes elementos en torno a la real participación de efectivos del Ejército en la banda.
En la jornada también será convocado el capitán Manuel Carrasco, quien también fue vinculado a los neonazis, pero que aún permanece en servicio activo en la institución. El oficial habría pedido insistentemente comparecer para esclarecer su situación.
La fiscal sospecha de la existencia de estrechos vínculo de la célula que opera en Chile con grupos neonazis argentinos y brasileños, filiales de "Blood and Honour Southland", en activo desde el 2002.
La organización realiza todo tipo de actividades relacionadas al combate ideológico y concientización racial y financia y distribuye todo tipo de afiches pintadas, publicaciones, sitios de web y conciertos, según sus propios líderes.
Su legalidad en Argentina estaría más limitada, por ser el primer país de la región donde existe una ley antidiscriminatoria.
(Prensa Latina.Agencia Informativa Latinoamericana)
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