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Crimen Racista de Costa Polvoranca. Culpable y condenado.

    MADRID. Dieciocho años de cárcel por matar a Ndombele Augusto Domingos. Ésta es la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid a la que se enfrenta desde ayer José David Fuertes, el asesino de Costa Polvoranca, quien la madrugada del 20 de julio de 2002 apuñaló de «forma sorpresiva e inesperada» en la cara y en el corazón a Ndombele, angoleño de 16 años.
Fuertes tuvo que ser juzgado dos veces por el mismo crimen, ya que el primer juicio -del que salió absuelto-, fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y el Tribunal Supremo al considerar la sentencia arbitraria y poco argumentada. En este segundo proceso, el jurado popular le declaró culpable el pasado viernes.

Sentencia positiva

Los 18 años de prisión a los que ha sido condenado José David Fuertes coinciden con la pena que solicitaba el fiscal y la acusación particular. Sin embargo, suponen dos años menos de los 20 que pedía la acusación popular, ejercida por el Movimiento contra la Intolerancia. Esteban Ibarra, presidente de dicha asociación, se mostró, no obstante, satisfecho: «La valoramos muy positivamente: es amplia, profunda, muy motivada. Es una buena sentencia, nada que ver con la de 2004» . El magistrado presidente del tribunal del jurado, Francisco Serrano, destacó que, esta vez, el jurado popular ha razonado el veredicto de culpabilidad de forma clara, precisa y bastante extensa, ya que ha ido examinando hecho por hecho, explicando las razones por las que ha considerado probado o no probados los mismos, haciendo referencia a pruebas practicadas y a su contenido.

Además de la pena de cárcel, Fuertes deberá indemnizar a los padres de la víctima en 120.000 euros y abonar las costas procesales. El fallo no considera responsable civil subsidiario a la dueña del pub «Inn», lugar en el que el asesino -en contra de la opinión de varios testigos- aseguró trabajar como vigilante de seguridad la noche de la muerte de Ndombele.

La sentencia -contra la que cabe interponer recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid- señala que «existe prueba más que suficiente que acredita la autoría del acusado». La Sala destaca que no hay que olvidar la diferencia de fuerzas existente entre el acusado -un supuesto culturista de más de dos metros de altura al que denominaban «El Tocho»-y el fallecido -un adolescente de 16 años-: «Corpulencia y fortaleza que hubieran sido suficientes para solventar el incidente sin mayores consecuencias». «Pero la víctima optó por matar a su oponente (...) sin que la víctima tuviera posibilidad de defenderse», añade la Sala.
El racismo como posible causa del asesinato -Fuertes era un supuesto skin de Parla-, circunstancia que podía llegar a actuar como agravante, fue, sin embargo, desechada por el jurado en su veredicto: «Los miembros del Tribunal del Jurado, por unanimidad, han estimado que no ha quedado probado que José David Fuertes Sánchez apuñaló y dio muerte a Ndombele por ser éste de raza negra e impulsado por el odio y desprecio que tal circunstancia le producía».

Cristina Alonso. ABC 8 de junio de 2006