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A raíz del suceso, el presidente de Movimiento contra la Intolerancia (MCI), Esteban Ibarra, confirmó ayer la operatividad de grupos de «skin heads» en la ciudad y lamentó la actitud de la Delegación del Gobierno al «minimizar» las advertencias que se le han formulado para que investigue el origen de estos movimientos. En declaraciones a Europa Press, Ibarra señaló que la organización ha demandado en varias ocasiones una investigación sobre las acciones de estos grupos.
Incidió en los ultras de los campos de futbol, «viveros» de los «skin heads», y en concreto, pidió que se investigue el origen de las pintadas de simbología neonazi que se pueden observar en las inmediaciones del campo de fútbol del Real Betis. Por ello, el presidente de MCI animó a la Policía Nacional a averiguar el nivel de presencia de skins en Sevilla e investigar la naturaleza de las agresiones contra determinados colectivos vulnerables en los últimos meses ya que temió que personas vinculadas a estos grupos pudieran estar detrás.
Según informaron fuentes de la Policía Nacional, que investiga el caso, los siete agresores eran de estética «skin heads» a tenor de las descripciones de los que acompañaban al joven en ese momento. No obstante no hay pruebas suficientes para asegurar que pertenezcan a una banda organizada de este tipo y la Policía busca su conexión con los grupos ultra de aficionados al fútbol. Tampoco se descarta que algunos de los implicados tenga antecedentes penales.
«Seriedad y gravedad»
El Grupo de Homicidios no ha identificado aún a ninguno de los autores del apuñalamiento y está tomando declaración a los testigos e intentando localizar a las dos personas que trasladaron al joven hasta el hospital. Igualmente, el concejal responsable del Area de Gobernación del Ayuntamiento, Francisco Fernández, aseguró ayer que no tienen constancia de que exista una banda de «skin heads» que actúe «de forma organizada» en la ciudad. Fernández insistió en que el Consistorio hispalense «no tiene conocimiento» de la existencia de bandas organizadas, aunque aclaró que el caso lo lleva la Policía Nacional y se ha decretado secreto de sumario.
Por su parte, el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, ha abierto una queja de oficio por este caso debido a la «seriedad y gravedad» del asunto y pidió a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, a pesar de que conoce que se está trabajando en la materia, un mayor control sobre las armas blancas y de fuego, e incluso un cambio de legislación. La institución solicita que se investigue las causas de este apuñalamiento y, que de ser autoría de un grupo de «skins», se averigüe la presencia de estos grupos violentos en la ciudad, «donde hasta hace poco no eran numerosos».
Por su parte, la consejera de Gobernación de la Junta de Andalucía, Evangelina Naranjo, lamentó el suceso y esperó que «este hecho desgraciado y lamentable no estigmatice a la ciudad por el hecho de considerarla insegura». «Sevilla no es una ciudad insegura, lo que ocurre es que desgraciadamente tenemos altercados como los que han mermado la salud de este joven», aseguró la consejera para desear una pronta recuperación al joven agredido y la detención de los autores.
También la asociación Unión Sevillana del Taxi, una de los dos colectivos representativos del sector del taxi en Sevilla, reivindicó ayer a las administraciones el aumento de seguridad en las calles ante el apuñalamiento en la madrugada del pasado domingo del joven de 24 años.
El presidente de la asociación, Fernando Morales, indicó a Europa Press que «hay que aumentar el número de efectivos policiales que velen por la noche para que este tipo de hechos no sucedan» y recordó que el sector del taxi es uno de los que más ha sufrido por la inseguridad nocturna.
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