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Un informe dado a conocer por el Observatorio Europeo del racismo y la xenofobia dejó al desnudo que Europa sigue contagiada del mal y que la violencia racista ha aumentado considerablemente en Francia, Holanda, Bélgica e Italia.
El Comisario europeo de Justicia, Franco Frattini, en una visita reciente a Berlín señalo que hay un país donde los actos racistas tuvieron un incremento de un 70%; se negó a precisar su qué país, pero admitió que en varios Estados miembros de la UE los actos racistas habían aumentado entre 25% y 45%.
Durante una rueda de prensa conjunta en Berlín, Fratini y la ministra de Justicia alemana, Brigitte Zypries, admitieron que las cifras que mencionan el informe demostraba la necesidad de que la UE se dote de un marco legal único para combatir el racismo y la xenofobia
Una de las metas que anunció Zypries, cuando se inició la presidencia alemana, fue buscar un marco legal único para castigar a las personas que niegan el holocausto y el uso de la simbología nazi, como la cruz gamada.
Pero la realidad que impera en varios países de la UE hizo que en un comunicado oficial, Alemania anunciara que daba marcha atrás en su plan y que dejaba en manos de los países miembros, la decisión de castigar o no a los que niegan la existencia del Holocausto
La medida es urgente, sobre todo si se conocen las estadísticas en Alemania, donde los expertos de seguridad constataron que en 2006 la violencia propagada por los grupos de ultraderecha registró un aumento dramático. El éxito político del NPD, el gran partido alemán de la ultraderecha, que logró estar representado en dos parlamentos regionales, reforzó la autoestima de los grupos violentos que han perdido el miedo para actuar públicamente.
Frattini y Zypries desean un acuerdo marco para imponer estándares mínimos a la hora de penalizar la difusión de la ideología racista. Por ejemplo, buscar una legislación común para castigar la instigación a la violencia xenófoba o la glorificación del racismo.
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