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Entrevista a Antonio Aguirre, miembro de Foro Ermua agredido por un militante del PNV

    José Antonio Aguirre, militante socialista y miembro del Foro Ermua, había asistido el lunes pasado junto a otras seis personas al juicio que contra Ibarretxe se celebraba en Bilbao como consecuencia de la reunión pública del lehendakari con miembros de Batasuna. Una vez allí unos mil simpatizantes del PNV les insultaron gravemente, llegando a pedir que el agredido Aguirre, cuando estaba inconsciente en el suelo, se muriese o que a él y a sus compañeros les pusieran una bomba. El Gobierno vasco y la propia policía autonómica acusan a los agredidos de haber montado una contra manifestación y no actúan contra el agresor. Antonio Aguirre relata para Basta Ya lo que allí ocurrió y hace una valoración en la que también critica directamente al PSOE y al Gobierno español.


¿Cómo se encuentra?

Mejor. He estado en el urólogo y no se ven daños a primera vista, pero me va a hacer unas ecografías para descartar cualquier patología. Estoy tranquilo, tomando la medicación y de baja.

¿Qué ocurrió?

A las diez de la mañana fue la citación a los miembros de Batasuna, Otegi y Rufi Etxeberría. Fuimos tres miembros del Foro Ermua, acompañados de nuestro abogado. También iba el abogado de Dignidad y Justicia, acompañado de dos miembros de esa asociación. Éramos seis o siete personas más dos o tres escoltas. Al entrar al Palacio de Justicia por la puerta de atrás, que era por donde también lo habían hecho Otegi y Etxeberría, nos encontramos con una concentración de unas 200 personas de Batasuna. Nos increparon, nos dijeron de todo, pero había un buen cordón policial. Nosotros contestábamos gritando ¡libertad, libertad! o llamándoles etarras. No llegó a darse contacto físico porque había un buen despliegue de la Ertzaintza. Los abogados entraron a la sala de vistas y nosotros nos retiramos al Hotel Abando, que está allí mismo.

Luego llegó la comparecencia de Ibarretxe.

Sí, al mediodía le tocaba comparecer al lehendakari. Unos minutos antes fuimos a las escalinatas principales porque por ahí fue donde entramos en la primera comparecencia de Ibarretxe, el 31 de enero. No teníamos ninguna instrucción en contra y, además, pensábamos que era el recorrido más seguro por la presencia policial que había. Al intentar entrar, la explanada ya estaba tomada por los simpatizantes del PNV, la Ertzaintza de forma muy correcta nos dijo que había una instrucción del tribunal para que entráramos por la otra puerta. Pedimos ver esa orden del tribunal y ya cuando estábamos hablando normalmente con el ertzaina empezaron a arreciar los insultos, la gente se arremolinó en esa esquina y comenzaron a llover los paraguazos. La mayoría de los policías estaban en la explanada principal, pero con nosotros estaban sólo tres o cuatro. Ahí empezaron a insultarnos, que si hijos de puta, españoles, iros a España, que os pongan una bomba.

Y ahí se lía del todo.

Según íbamos moviéndonos con dificultad porque la gente se arremolinaba, el policía de antes me enseñó la orden del juez en la que se decía que el lehendakari por su condición de autoridad institucional podía entrar por las escalinatas, pero que las partes querellantes lo tenían que hacer por la entrada trasera. Le dijimos que muy bien, que así lo íbamos a hacer e intentábamos bajar y nos metimos en un callejón. Siete personas mas dos o tres escoltas, sólo había cuatro ertzainas, y entonces la gente nos acorralan contra la pared, se colapsó la calle. Ahí empezaron a insultarnos más, nosotros gritamos ¡fascistas!, ¡nazis! y ¡libertad, libertad! En ese instante recibo la patada y caigo al suelo desmayado. Yo oía ruidos y aquello debió de ser la leche por lo que luego he visto. Gritos de ¡que os maten!, ¡que se muera, que se muera! Una cosa de locos.

Y detienen al pateador.

Él se escapa y a unos metros lo coge uno de los escoltas. Le retiene y se lo entrega a la policía vasca que, rápidamente, le deja irse. A mí me atiende la dotación de una ambulancia y luego, ya a la tarde, pongo una denuncia por la agresión y también contra la Ertzaintza por no haber detenido a un agresor que había actuado delante de ellos y que, además, estaba retenida.

Las reacciones han sido muchas. La portavoz de Gobierno vasco. Miren Azkarate, dijo que ustedes formaban una contra manifestación.

Sí, siete personas ante mil. Y, además, no era una manifestación, íbamos a personarnos ante el tribunal y los tres vocales del Foro Ermua que estábamos en Bilbao acompañábamos a nuestro abogado. De alguna forma también para protegerlo, para que no fuese solo. Ya veíamos lo que había pasado el 31 de enero.

¿Cómo entiende esta valoración que hace el Gobierno vasco?

Ya venía calentado desde la primera comparecencia de Ibarretxe, cuando no contestó a las preguntas del Foro Ermua. Pero luego comete el grave error de públicamente decir que iba a seguir hablando con Batasuna y que con el Foro Ermua no lo iba a hacer porque éramos unos generadores de crispación y odio en Euskadi. Eso lo dijo en sede institucional. Claro, ahí nos pone en el punto de mira, ya no sólo de ETA, que ya lo estamos, sino también del propio nacionalismo vasco. Lo que ha pasado ahora es la segunda parte del partido. Con independencia de lo que pueda decir el tribunal, lo que no aceptan es que a Ibarretxe le juzgue un poder ajeno que no controlan. Por eso el lunes pasado había más gente, más cabreada y más exaltada. Ahí salió la cara intolerante y fascista que, en el fondo, tienen estos sabinianos.

El que le lanzó la coz dice que lo hizo porque antes ustedes estaban insultando.

¡Hombre! Una vez que gritaban que nos pusieran una bomba y que nos fuéramos a España, nosotros respondimos con ¡libertad, libertad! y les llamamos nazis. ¡Qué se calentó ese tipo! ¡Yo también lo hice!, pero no se me ocurrió ponerme a pegar patadas en los cojones. Me pudo haber matado.

¿Faltó poco para un linchamiento?

Pues sí, la verdad es que podía haber sucedido. Pero es importante ver que el PNV en estos momentos se ha echado al monte y se ha radicalizado porque con el cambio erróneo de la política antiterrorista de Zapatero y del PSOE, los nacionalistas están viendo que antes o después va a haber una cesión política y quiere sacar tajada. Se suben a lomos del tigre que ha lanzado el propio Zapatero y están intentando conseguir beneficios políticos como consecuencia de este mal llamado proceso de paz. No olvidemos que el PNV siempre ha hecho lo mismo. Arzalluz dijo que unos agitaban el árbol, o sea ETA mataba, y otros recogían las nueces. Es decir, el PNV gobernaba y tenía todo el poder social, político y económico. Eso lo dijo y no lo ha negado. Por eso gran parte de la responsabilidad de lo que está pasando es el cambio de política antiterrorista del Gobierno del PSOE que, además, se alía con nacionalistas radicales y no tan radicales y no se dan cuenta de que al final alimentan la bestia.

Dice que el panorama contra el Foro Ermua quienes primero lo calientan son los socialistas.

Y lo mantengo. Los primeros que nos pusieron en el punto de mira de ETA fue el propio PSE y el Gobierno español. Los primeros que nos llamaron fachas y extrema derecha fueron, concretamente, Odón Elorza y José Antonio Pastor, hace ya dos meses. Y cuando nosotros convocamos el 3 de febrero la manifestación en Madrid y conseguimos movilizar a mucha gente, el Gobierno español responde diciendo que allí estaban los falangistas y la ultraderecha. Ante eso yo envié un correo electrónico a la comisión ejecutiva federal del PSOE, al partido en Euskadi, al Gobierno español, a Zapatero y a todos sus ministros, diciéndoles muy correctamente: “Estimados compañeros os ruego, como militante del Partido Socialista, que evitéis por todos los medios ponernos en el punto de mira de ETA o el nacionalismo vasco radical”.

Usted tiene abierto un expediente en el Partido Socialista.

Sí, fue por presentar como Foro Ermua una querella contra Rodolfo Ares y Patxi López por reunirse con Batasuna. Lo mismo que hicimos anteriormente con Ibarretxe. Me acusan de que vulnero las resoluciones del partido y menoscabo su imagen. Tengo que decir que es todo lo contrario, lo que estoy defendiendo es lo que se ha aprobado en el programa electoral del PSOE en 2004, en su congreso, en el del PSE en 2005, al que yo fui como delegado, y la propia resolución del Congreso de los Diputados. Ahí se dice que la política antiterrorista sigue siendo el Pacto por las Libertades firmado por PSOE, PP y el Gobierno español. ¡Yo sigo defendiendo eso! Quien lo está vulnerando es la propia dirección del partido.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha dicho que usted ya no pertenece al Partido Socialista.

Lo dijo en un programa de Cuatro, la cadena de televisión. Dice que yo estoy expulsado. Es mentira, como ya he comentado antes estoy expedientado, pero no expulsado ni suspendido de militancia. Hablé con la subdirectora de informativos de Cuatro para poder aclararlo, estoy esperando. Más datos: no he pagado las últimas cuotas del partido porque me niego que con ese dinero se costeen las reuniones con Batasuna. Lo que he hecho es depositar esas cantidades ante notario. Pero es que, además, en febrero recibí una invitación del partido para asistir a una conferencia de Zapatero. Y ese mismo mes recibo una nota de Rodolfo Ares felicitándome por mi cumpleaños.

Desde su partido y desde cualquier ámbito cercano al Gobierno se les identifica de forma total con el Partido Popular.

Sí, pero el PSOE sabe que eso es mentira. El Foro Ermua nace de la mano de unos intelectuales y políticos de izquierdas. Mikel Buesa, José Luis López de la Calle, Jon Juaristi, Agustín Ibarrola, Nicolás Redondo Terreros. ¡Qué también hay gente del PP! Pues por supuesto, como la hay liberal o sin adscripción política. Es una imagen falsa aunque es cierto que últimamente los que más nos apoyan, porque el PSOE se ha descolgado de ese pacto, es la gente del PP. Agradecidos y bienvenidos. Así de claro.

¿Cómo ve la situación de los movimientos cívicos opositores al nacionalismo vasco y a las concesiones políticas a ETA?

Creo que deben tener al papel que están teniendo. Nosotros, vosotros en Basta Ya. Por ejemplo la lectura del manifiesto conjunto del Foro, Basta Ya y Covite fue muy importante. Lo que tenemos que hacer es luchar contra el cambio de la política antiterrorista del Gobierno español. Ser una especie de muro de contención ante las posibles cesiones políticas que el Gobierno pueda intentar conceder al nacionalismo. Impedirles hacer todo lo que hayan pactado o vayan a pactar. Si lo hacemos lo van a tener difícil. Nuestra labor es de resistencia y de denuncia. Es que si no hay voces como Basta Ya, el Foro Ermua o las asociaciones de víctimas, esta gente no sé hasta dónde podrían haber llegado en la negociación política, en esa mesa paralela al margen del Parlamento vasco.