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Nuevo crimen de odio xenófobo en Valencia. Intentan asesinar a un libanés al grito de, Moro de mierda vete a tu país.

    
EL ciudadano libanés permanece ingresado en el Hospital Clínico de Valencia después de que el pasado miércoles fuera objeto de una agresión de carácter xenófobo. Radwan Daoud, de 46 años, recibió dos puñaladas tras ser increpado por un ciudadano español que le lanzó insultos y frases vejatorias como «¡moro de mierda!, ¡hijo de puta!» y «cállate la boca y vete a tu país». Una de las puñaladas le perforó un pulmón y la hoja se quedó a tres centímetros del corazón, pudiendo haber sido mortal.

Daoud permanece sedado aunque consciente en la unidad de Neumología del centro sanitario valenciano. El ciudadano árabe recibió dos puñaladas con una navaja de unos diez centímetros mientras trataba de defenderse de la agresión, primero verbal y después física. La primera le hirió en una pierna y la segunda, a la altura del pecho, le perforó un pulmón, según explicó la familia de la víctima.

El inmigrante árabe permanecía entubado después de ingresar en estado grave el miércoles, aunque los médicos no temen por su vida, según relataron sus familiares. El ciudadano libanés, que lleva más de diez años en España, convive con una mujer valenciana y el hijo de ésta y es la primera vez que sufre un ataque racista, según su familia.

En el momento de la agresión estaba sólo y no llegó a perder el conocimiento, alertando de lo sucedido a su pareja a través del teléfono móvil y también de los rasgos de su agresor. El atacante, según describió, es un hombre de mediana edad, alto, moreno, de complexión fuerte y con el pelo muy corto, probablemente «un neonazi o de ideología skin», según los familiares de Daoud.

Pese a las heridas, Radwan, que en un primer momento ni siquiera vio que su oponente le atacaba con una navaja, logró salir por su propio pie del bar. Segundos después comenzó a encontrarse mal porque ya había perdido mucha sangre. Fue entonces cuando avisó a su mujer. Según explicaron los familiares, en el bar sólo se encontraban los propietarios, una pareja y el agresor, según explica Cristina Montoliu, la mujer que convive con Raoud y quien presentó la denuncia.