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Los grupos neonazis, un imán para muchos jóvenes.

    El último de esos episodios se produjo el domingo 10 de noviembre en Madrid, en el que un adolescente murió y otras ocho personas resultaron heridas en violentos enfrentamientos entre militantes antifascistas y un grupo de neonazis. Estos últimos se dirigían a una manifestación convocada en la capital española por el partido de extrema derecha Democracia Nacional para protestar contra la inmigración.

Tradicionalmente hostil al comunismo, la ultraderecha predica un feroz nacionalismo xenófobo, rechaza la sociedad multicultural, los inmigrantes -o los extranjeros en general-, se opone a la globalización, al liberalismo y a las organizaciones supranacionales como la Unión Europea y la OTAN.

El avance de esa ideología se produce, sobre todo, en los sectores más frágiles. El militante tipo es hombre, pertenece a sectores de bajos niveles de ingreso y de educación. Los jóvenes suelen ser las principales víctimas.

Asimilados generalmente a los llamados skinheads (cabeza rapada), para los especialistas es necesario hacer algunas distinciones. "No todos los skinheads son neonazis. El movimiento adquirió ese cariz extremista en Alemania, a partir de 1980", explicó la especialista Céline Bayou. Desde entonces, esos grupúsculos no han dejado de crecer, protegidos por los grandes partidos de extrema derecha europeos.

El mes pasado, en Budapest, 600 jóvenes juraron "defender" a Hungría al incorporarse a las filas de la Guardia Húngara. Ese grupo paramilitar neonazi, que hasta ahora contaba con 56 militantes, fue creado por el partido político de ultraderecha Jobbik. "El peligro no es su número, sino la evolución de la organización y su creciente militarización", alertó el politicólogo Víctor Kiss.

En septiembre, la policía belga detuvo a un grupo de jóvenes del BBET (Sangre, Tierra, Honor y Fidelidad), que planeaba el asesinato de Filip Dewinter, líder del partido flamenco de extrema derecha Vlaams Belnag para imputarlo a los fundamentalistas musulmanes. Con ese gesto, la organización neonazi pensaba provocar enfrentamientos entre la extrema derecha y la comunidad islámica, inducir el caos y obtener la creación de una Flandes fascista.

BBET, disidencia del grupo británico Blood and Honour (Sangre y honor), es parte de la corriente de ultraderecha más radical de Flandes. Sus militantes admiran a Hitler y están dispuestos a usar las armas en una "guerra de civilizaciones", que juzgan "inevitable". Blood and Honour está presente en numerosos países europeos. En 2006, la policía alemana detuvo cerca de un centenar de sospechosos de pertenecer a ese grupo ilegal, implantado principalmente en la ex Alemania Oriental.

Delitos

Según el Ministerio del Interior alemán, el número de neonazis y de miembros del NPD, principal partido de extrema derecha, ha aumentado sensiblemente desde 2005. Ese año, había en Alemania 183 grupos y grupúsculos de extrema derecha. Un informe oficial precisa que hay 39.000 militantes de ultraderecha, mientras que 10.400 se declaran dispuestos a recurrir a la violencia. Más de 12.000 delitos de carácter neonazi fueron cometidos en Alemania en 2006, un aumento del 20% en relación al año anterior.

En Austria, las autoridades señalan una actividad cada vez más violenta de los grupos de ultraderecha en el último año, mientras que en Dinamarca, los inmigrantes reciben cada vez más insultos y amenazas de grupos neonazis que los conminan a partir.

En Rusia, la policía trató en vano de encontrar a los autores de un video difundido en agosto por Internet, que mostraba la decapitación de un ciudadano originario de Tadjikistán. El muerto yacía delante de una bandera nazi. Las organizaciones humanitarias denuncian el número creciente de neonazis rusos, cuyas víctimas predilectas provienen de las ex repúblicas soviéticas de Asia Central y el Cáucaso. Según la ONG Sova, 34 personas murieron y 280 padecieron ataques racistas este año, 21% más que el pasado.

En Portugal, la policía confiscó decenas de armas de fuego, miles de municiones y centenares de armas blancas a comienzos de 2007 en una operación destinada a desmantelar grupúsculos "de extrema derecha violenta" inspirados por el movimiento Hammerskin en Europa. Hammerskin Nation es el grupo neonazi más violento y mejor organizado de los Estados Unidos. Fundado a fines de los ochenta, en Dallas, en la actualidad comprende una docena de grupos locales o regionales en territorio norteamericano y el extranjero.

En España, donde la policía calcula entre 7000 y 8000 el número de violentos skinheads, los Hammerskin así como los Blood and Honour, fueron descabezados entre 2004 y 2005 por la Guardia Civil. Sin embargo, pronto fueron reemplazados por los Volksfront (Frente Nacional), un grupo también originario de los Estados Unidos.

"Los fascistas están aquí, entre nosotros", declaró alarmado en octubre el primer ministro húngaro Ferenc Gyurcsany. Como sucedió siempre, en un mundo en el que el aumento de la inseguridad, la marginación y las desigualdades sociales son percibidos como efectos directos de la globalización, el odio y la violencia consiguen encandilar a los más débiles.

Por Luisa Corradini
Para LA NACION. 18.11.07