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Víctima de una cacería nazi. El Informe Raxen sitúa en la Comunidad de Valencia el mayor número de agresiones.

    VICTIMA DE UNA "CACERÍA" NAZI

La plataforma Acció Popular contra la Impunitat aseguró ayer que la agresión de un grupo neonazi a un joven valenciano se produjo durante una de las "cacerías" que ya se están convirtiendo en habituales en la Comunitat Valenciana, la más castigada en este sentido, según todos los informes. (Levante, Valencia). 7.02.07

El joven apuñalado por un grupo neonazi el pasado 27 de febrero en la plaza del Cedro de Valencia fue víctima de una de las "cacerías" habituales de este tipo de organizaciones contra inmigrantes, homosexuales o gente con "vestimentas alternativas", como es este caso. Así lo aseguró ayer Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia y portavoz de Acció Popular contra la Impunitat, plataforma que ya ha anunciado su personación en el proceso abierto contra los cuatro "skinheads neonazis" detenidos.

Junto a Esteban Ibarra y otros miembros de la plataforma compareció un portavoz del agredido, Ignacio Paris, quien aseguró que la familia sintió miedo por lo ocurrido y más aún al saber que el presunto agresor está en libertad.
Según su relato de los hechos, "José Luis estaba en un bar con unos amigos cuando entró gente diciéndoles que los iban persiguiendo". Entonces, el agredido "salió a ver qué pasaba" y se encontró con "diez o doce personas armadas con cascos y palos". Ignacio asegura que "todo el mundo salió corriendo y los tres que se quedaron fueron brutalmente golpeados al grito de os vamos a matar guarros", término utilizado por los grupos ultras para referirse al colectivo alternativo y okupa. Además, José Luis recibió una puñalada que "gracias a la ropa y a su movimiento no le costó la vida", precisó Ibarra.

Para el portavoz de Acció Popular, "esto no puede entenderse como una pelea de grupos juveniles". "Estamos -dice- ante un grupo que sale de cacerías y representa un peligro de gran envergadura. Esto no es casualidad. Justo ese domingo se celebraba el día mundial en recuerdo de las víctimas del nazismo. Esto es un crimen de odio al diferente", añadió.

Ibarra exige, por tanto, que haya una mayor implicación de las Fuerzas de Seguridad y que se cree una fiscalía especial. En este caso concreto, respeta, pero no comparte la decisión del juez de poner al agresor en libertad al día siguiente de los hechos. "Hay criminales que están en la calle amenazando a la sociedad", advirtió.

Y quien más de cerca siente ese miedo es el agredido y su entorno, que va a pedir la prisión incondicional del agresor. "Hoy ha sido mi familia y mañana puede ser la vuestra. Hoy ha sido una navaja y mañana puede ser una pistola", declaró Ignacio, quien terminó recordando que "si no se toman medidas se envalentonan". "El silencio se convierte en cómplice de de estas personas", concluyó.
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El valenciano apuñalado en Valencia, que salió el martes del hospital, asegura que sus agresores son skin. (Las Provincias.7.02.07)

Estoy muy jodido, pasándolo muy mal", expresó ayer José Luis, el valenciano apuñalado en la madrugada del pasado 27 de enero en la plaza del Cedro de Valencia. El agredido recibió el alta el pasado martes en el Hospital Clínico Universitario, donde permanecía ingresado a causa de una hemorragia interna por los golpes recibidos.

José Luis, de 30 años y soldador de profesión, se encontraba el 27 de enero en una cervercería de la plaza valenciana cuando ocurrieron los hechos. "Estaba dentro con un amigo y vino otro pidiéndonos ayuda. Éramos seis o siete, pero nos quedamos tres, los otros salieron corriendo con mucho miedo. Ellos eran 12. Y me tocó a mí", relató José Luis.

El joven presuntamente recibió una puñalada que le dañó gravemente la pleura y tuvo que ser atendido con urgencia en el hospital. Tras los hechos presentó una denuncia, y cuatro personas fueron detenidas el pasado 30 de enero como presuntos autores. Sin embargo, quedaron en libertad al día siguiente.

El joven describe a sus agresores, a quienes asegura no conocer, como un grupo organizado que portaba "cascos, navajas, cadenas y botas con 20 agujeros". De estética skin o neonazi, José Luis asegura que el grupo "iba de cacería, atacando a todo el mundo".

José Luis cuenta que la Policía municipal estaba muy cerca de allí, poniendo multas "y me extraña que no los vieran antes". Un amigo suyo fue quien le socorrió y alertó a los agentes de seguridad. "Cuando llegaron me empezaron a hacer preguntas y a gritarme. Ellos llamaron a la ambulancia", afirma José Luis.

El chico se encuentra en reposo absoluto por recomendación médica. Este fue el motivo por el que ayer no compareció en la rueda de prensa convocada por el portavoz de Acción Popular contra la Impunidad, Esteban Ibarra, para denunciar públicamente los hechos. "Estamos ante una agresión criminal de un grupo organizado", sostuvo. Esta agrupación se significará en la causa junto a la acusación particular.
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El Informe Raxen estima que en 2007 hubo 600 agresiones neonazis. (El País. 07/02/2008)

Una mujer de 83 años y vecina de Sagunto es golpeada en la cabeza con un bate de béisbol por dos jóvenes a los que recriminó que intentaran entrar en una casa vacía sin pedir permiso al dueño. Sucedió el 21 de abril.

Dos semanas después, cinco skins echan a correr al paso de un coche de policía en la calle del Pintor López de Valencia. Son detenidos. "Fuera los antifascistas del barrio del Carmen", gritan. Minutos antes, habían golpeado a un grupo de jóvenes. Dos necesitaron atención médica. Otro, rociado con un aerosol, fue trasladado al hospital.

Radwan Daoud, inmigrante libanés de origen sirio, recibe dos puñaladas en un bar en la Avenida de Blasco Ibáñez de Valencia al grito de "¡moro de mierda, vete a tu país!". Sucedió el 16 de noviembre.

Los tres casos están recogidos en sucesivos informes elaborados por el Movimiento contra la Intolerancia, un foro cívico constituido en 1991 para combatir los brotes de xenofobia, las agresiones homófobas o cualquier otro episodio de "odio a la diferencia". Según las estimaciones del observatorio contra la intolerancia, a lo largo de 2007 se registraron en la Comunidad Valenciana un total de 600 agresiones de corte neonazi sobre un total de 4.000 casos en toda España. "Y nos quedamos cortos". Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia y portavoz de Acción Popular contra la Impunidad, apuntó ayer en rueda de prensa que la Comunidad Valenciana se ha convertido en un territorio fecundo para "criminales que salen de caza en grupos, armados con bates y navajas para practicar el odio al diferente".

La subdelegación del Gobierno en Valencia considera desproporcionadas las estimaciones del Movimiento contra la Intolerancia. En la provincia de Valencia y a lo largo de todo 2007, apenas se registraron 10 denuncias relacionadas con agresiones fascistas.Un portavoz de la subdelegación del Gobierno explica que la policía solo registra como agresiones fascistas los casos que resultan indiscutibles a partir del testimonio de los denunciantes. "Un skin, por ejemplo, puede ser un fascista, o no", comenta. También explica que entre una denuncia, la calificación del fiscal y la decisión judicial, muchos casos se diluyen. Las agresiones a sedes de partidos políticos sin autor identificado, por ejemplo, tampoco se consignan como agresiones fascistas. Como los gritos contra militantes catalanistas sin que medie agresión física. En cualquier caso, la misma fuente subrayó que la Comunidad Valenciana no sufre más casos de violencia de corte neofascista que cualquier otra zona de España.

Esteban Ibarra se anticipó a la versión oficial al subrayar que el Movimiento contra la Intolerancia no persigue polemizar sobre estadísticas: "No queremos una guerra de cifras, solo queremos empatía con las víctimas". En primer lugar, a través de la creación de una fiscalía especializada en delitos de odio. El foro contra la intolerancia reclama también un registro específico de todos los episodios violentos de odio "como en otros países europeos".

Ignacio, pariente directo de José Luis, el joven apuñalado la madrugada del 27 de enero en la plaza del Cedro de Valencia por un neonazi de apenas 20 años, ilustró con su testimonio la necesidad de empatía que sufren las víctimas de los episodios de odio. "José Luis tiene miedo. Estaba tomando una copa. Unos amigos entran en el bar y dicen que una banda de skins está pegando a la gente, sale a la calle para ver lo que pasa y recibe una puñalada sin mediar palabra. Los hemos visto. Están localizados. La policía actúa con diligencia. Pero el miedo se multiplica cuando los agresores quedan en libertad después de declarar ante el juez. Las víctimas nos sentimos desprotegidas mientras el agresor se siente impune. Estamos hablando de un intento de homicidio. Los amigos de José Luis han sido muy valientes, pero no sabemos cuánto van a aguantar. El último miedo es el silencio".

Tanto el Movimiento contra la Intolerancia como Acción Popular contra la Impunidad respaldan a la familia de José Luis, se sumarán a la causa y calificarán la agresión como un intento de homicidio. Pero el principal escollo para erradicar la violencia gratuita, insisten, reside en el miedo a denunciar las agresiones.