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Denuncian una agresión racista de vigilantes de Renfe

    BARCELONA.- «Mohamed, como volvamos a verte te vamos a matar, moro de mierda». El autor de esta frase es un vigilante de seguridad de la empresa Prosegur que, junto a otros compañeros, apaleó la noche del sábado a un inmigrante de origen magrebí en el vagón de un tren de Cercanías de Renfe a la altura de la barcelonesa localidad de Montcada i Reixac.
Un joven que presenció lo ocurrido relató ayer a EL MUNDO la brutal agresión. Pau explicó que, pocos minutos después de las 23.00 horas del sábado, estaba sentado en un vagón de Cercanías de Renfe que va de Terrassa a L'Hospitalet de Llobregat frente a un chico «de unos 20 años» de origen magrebí «que parecía bastante hecho polvo». «De repente vinieron nueve o 10 vigilantes de seguridad y lo cogieron», explicó este joven, que añadió que uno de los trabajadores «empezó a darle con la porra». «Le decían: 'vete a tu país, moro de mierda'», señaló Pau, que agregó que los demás vigilantes también le dieron «con la porra y patadas».

Según el relato de este joven de 24 años, los trabajadores empujaron al chico hasta el final del vagón. En ese momento, Pau telefoneó al 088 y explicó a los Mossos d'Esquadra lo que estaba sucediendo. Cuando el tren llegó a la estación de Montcada, los vigilantes arrojaron al inmigrante al exterior y éste salió corriendo. «Lo empezaron a perseguir», afirmó ayer el testigo, que explicó que lo último que pudo ver fue a una pareja de agentes de la Policía autonómica en el andén antes de que el tren reanudara la marcha.

Pau, que trató de grabar sin éxito la secuencia de la agresión con su teléfono móvil, señaló ayer que en el mismo vagón viajaban dos o tres personas más que le recriminaron que hubiera telefoneado a la Policía. «Me dijeron que a los moros que roban carteras había que tratarlos así», aseguró ayer el joven, que no daba crédito a lo ocurrido. Pau cree que aunque hubiera robado una cartera «no era necesario que le pegaran porque no intentó hacer nada».

Por ello, ayer tarde acudió a la comisaría de Ripollet de los Mossos d'Esquadra -la más cercana a su domicilio- a relatar la agresión y a interponer la correspondiente denuncia. No sólo está en su derecho sino que era su deber.

Un portavoz de los Mossos d'Esquadra, que admitió que recibieron la llamada del joven, explicó que no se ha abierto investigación alguna porque hasta la fecha no había denuncia y añadió que diversas dotaciones acudieron hasta el lugar de los hechos y agentes de la Policía Local les explicaron que un grupo de siete u ocho adolescentes magrebíes había causado daños en el tren. «Según los vigilantes, los chicos iban encapuchados», señalaron las citadas fuentes.

Los efectivos de la Policía autonómica buscaron a los presuntos alborotadores pero no los encontraron. Ni a ellos ni al joven que había sido golpeado en el vagón. Del incidente con el chico, los vigilantes no dieron cuenta a los Mossos d'Esquadra.

El Mundo. 7 de abril 2008