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Un grupo de jóvenes suecos que solían tomar parte de actividades nazis en su país llegó hoy a Jerusalem para visitar Yad Vashem, el Museo del Holocausto, luego de tomar conocimiento acerca de la Shoá "Alguna vez tuve una posición distinta, no sabía mucho del tema hasta que aprendí", declaró uno de los 16 suecos que, según admitieron, solían pintar cruces esvásticas y realizar campañas antisemitas en la ciudad de Carlstad
Voceros de Yad Vashem, citados por la prensa israelí, señalaron que es la primera vez que gente que tuvo esa ideología visita el lugar.
En declaraciones al portal Ynet, la portavoz Estee Yaari relató que los habitantes suecos se "avergonzaron mucho".
Durante el recorrido se encontraron con la sobreviviente Miriam Akbia, quien escapó de Suecia inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), la directora del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Graciela Jinich, afirmó que "si por ignorancia determinados jóvenes son nazis en su estructura de pensamiento, quizás este conocimiento de que la Shoá existió, de que no es un suceso inventado por los judíos, de poder ver en forma directa desde objetos hasta escuchar a un sobrevivientes, quizás podamos ganar para los derechos humanos y la democracia el pensamiento de estos jóvenes".
Lo que nosotros tenemos que hacer es seguir difundiendo que esto sí ocurrió porque no vamos a poder borrar las páginas de Internet de los nazis. Tenemos que seguir trabajando en nuestro camino, y cuanto más profundo mejor, a cuanta más gente lleguemos mejor", explicó Jinich.
El único antecedente de un caso similar al de Yad Vashem ocurrió en 2005 cuando el juez Daniel Rafecas dictaminó que tres menores de edad, que habían atacado a un joven ortodoxo por al avenida porteña Cabildo, visitaran el Museo.
"Lo que sucedió fue muy interesante" porque el mismo Rafecas "llevó adelante la visita guiada". Los jóvenes pidieron disculpas y "le terminaron mandando una carta" al agredido, contó la directora del museo. "Fue una actitud modelo para poder revertir una situación de ignorancia", concluyó.
Por su parte, Abraham Huberman, especialista en Shoá, aseguró a AJN que la decisión tomada por los jóvenes suecos es un hecho "muy significativo". "Son jóvenes que su contacto había sido por propaganda, hubo un clic en ellos", reconoció el profesor.
Y agregó: "En psicología se sabe que es más fácil influir en un grupo que en personas aisladas. Hay alguien que ha influido en ellos, el por qué es muy difícil saberlo".
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