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DEPRAVACION TERRORISTA

    Expresaba en su sentencia el juez que condenó al terrorista, ortodoxo integrista, que acabó con la vida del pacifista y líder laborista, Isaac Rabin, que aquellas ideologías que legitiman el asesinato, acaban convirtiendo el asesinato en ideología. Cuando aun no hemos superado la conmoción por el atentado que acabó con la vida de un agente de la Guardia Civil e hirió a cuatro compañeros bajo el signo de una siniestra pancarta de muerte, conocemos el terrorífico comunicado que reivindica el asesinato de la niña y el jubilado de Santa Pola e informa de la conversión en objetivos “militares” para ETA de todas las sedes y actos del PP y PSOE.
Pero esto no es nuevo, el lenguaje de sangre del proyecto terrorista nos comunica que asesinan a quien pueden y cuando pueden. Su único objetivo es matar, como lo llevan haciendo desde hace 30 años, causando mas de 800 muertos y mas de 3.000 heridos en muchas ciudades españolas. Las victimas de ayer eran guardias civiles, o pudieron ser jueces y concejales, también policías, periodistas, ertzainas, o sencillamente ciudadanos. Es la lógica de terror y que a nadie le quepa ninguna duda que si pudieran, el horizonte de su práctica criminal sería el de una dictadura genocida que superaría con creces al terrorismo integrista que ha conmocionado al mundo.
Nada ni nadie les legitima, ni les da derecho para que nos conviertan en víctimas de su locura racional. En las raíces del mal que ejercen solo hay desprecio al valor de la vida, fanatismo y odio, no existe conflicto político justificador alguno, mas que en su imaginario alimentado por quienes hacen de su proyecto totalitario y criminal el sentido de su vida. El pueblo vasco no merece ser construido desde el horror y la repugnancia, ni esta España democrática, tolerante y plural, merece el azote de unos psicópatas genocidas, ni la Europa de los ciudadanos puede soportar la existencia de un terrorismo al que se le debe imputar crímenes contra la humanidad.
Sabemos que es probable que asistamos a nuevos atentados; los ciudadanos somos conscientes de ello, pero también sabemos que ETA tiene los días contados y que no sobrevivirá a la fuerza del espíritu libre de la democracia. No obstante, una vez mas debemos repetir que frente al terror totalitario solo hay un camino que es el de la unidad democrática, la defensa de la Constitución, la movilización ciudadana por la vida y la libertad que aísle y rechace esta lacra, y la actuación firme y a fondo del Estado de Derecho que sancione penalmente a los asesinos y a sus cómplices.
Ningún motivo, ninguna causa o ideología justifica el terrorismo. No hay sitio para ningún proyecto político que viole el derecho a la vida, quiebre la libertad y vulnere los derechos fundamentales. Así que mientras se pone fin a la lacra del terrorismo, que nadie guarde silencio ante estos crímenes y menos aún que en nadie anide la indiferencia; ejerzamos profunda y activamente la solidaridad pues de lo contrario seríamos indignos ante nuestra condición humana a la que apelamos frente a la barbarie del terror .

Esteban Ibarra.
Presidente del Movimiento contra la Intolerancia.